Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Ford Farleine
Voto de Ford Farleine:
6
Voto de Ford Farleine:
6
6.4
10,357
Drama
Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes. El sol brilla y las pistas están magníficas, pero mientras comen en un restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado. Tomas buscará ... [+]
29 de agosto de 2017
29 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de esas películas con las que la crítica especializada pierde el ojete y la pone por las nubes y que, no nos vamos a engañar, parte de una premisa más que interesante. Una película que avanza con parsimonia pero de forma inexorable hacia la demolición de los valores de la familia tradicional.
Una familia se va a pasar unos días a los Alpes y estando allí, un alud se acerca a su hotel, el padre, el cabeza de familia, se pone a salvo él dejando allí a su mujer y a sus hijos. Planteamiento más que interesante porque, si somos sinceros con nosotros mismos, una vez llegado ese momento, ¿cómo actuaremos?, ¿seremos capaces de obrar como se debe? ¿o nuestro instinto de supervivencia se impondrá y antepondremos nuestra seguridad? Yo, personalmente y siendo sincero, debo reconocer que es una pregunta que me da miedo (ya se planteó en “28 semanas después”) porque siempre he creído que pondría a salvo a mis hijos antes que cualquier cosa... pero gracias al cielo no me he visto en esa situación. Le tengo miedo a la cobardía intrínseca al ser humano, de hecho, es algo que nos hace humanos.
Esta premisa tan cruda y al mismo tiempo tan pertinente, sirve como punto de partida del retrato de una familia que se derrumba, una familia que ha descubierto el abismo que supone un individualismo hedonista y tecnológico (el hombre sólo coge su móvil para salir corriendo) que es representado metafóricamente por ese hotel de lujo que es testigo de ese derrumbe, de esa demolición de los valores tradicionales en pos de un nihilismo tecnócrata. El limpiador del hotel es la conciencia.
Así, entre disputa familiar y riña marital, llegamos a un final altamente interesante por todo lo que puede llegar a significar, ¿recupera el marido el papel de macho alfa? ¿la mujer se siente obligada para ver cómo su hombre recupera la confianza o lo hace para reflotar un matrimonio que se hunde?¿O es que, en realidad, son unos perfectos desconocidos?
Unas vacaciones que les hará enfrentarse a su verdadero yo, a descubrirse como realmente son... y no les gustará lo que vean. Unas vacaciones idílicas de las que no volverán siendo ya los mismos. Una película lenta pero interesante por lo que plantea.
Una familia se va a pasar unos días a los Alpes y estando allí, un alud se acerca a su hotel, el padre, el cabeza de familia, se pone a salvo él dejando allí a su mujer y a sus hijos. Planteamiento más que interesante porque, si somos sinceros con nosotros mismos, una vez llegado ese momento, ¿cómo actuaremos?, ¿seremos capaces de obrar como se debe? ¿o nuestro instinto de supervivencia se impondrá y antepondremos nuestra seguridad? Yo, personalmente y siendo sincero, debo reconocer que es una pregunta que me da miedo (ya se planteó en “28 semanas después”) porque siempre he creído que pondría a salvo a mis hijos antes que cualquier cosa... pero gracias al cielo no me he visto en esa situación. Le tengo miedo a la cobardía intrínseca al ser humano, de hecho, es algo que nos hace humanos.
Esta premisa tan cruda y al mismo tiempo tan pertinente, sirve como punto de partida del retrato de una familia que se derrumba, una familia que ha descubierto el abismo que supone un individualismo hedonista y tecnológico (el hombre sólo coge su móvil para salir corriendo) que es representado metafóricamente por ese hotel de lujo que es testigo de ese derrumbe, de esa demolición de los valores tradicionales en pos de un nihilismo tecnócrata. El limpiador del hotel es la conciencia.
Así, entre disputa familiar y riña marital, llegamos a un final altamente interesante por todo lo que puede llegar a significar, ¿recupera el marido el papel de macho alfa? ¿la mujer se siente obligada para ver cómo su hombre recupera la confianza o lo hace para reflotar un matrimonio que se hunde?¿O es que, en realidad, son unos perfectos desconocidos?
Unas vacaciones que les hará enfrentarse a su verdadero yo, a descubrirse como realmente son... y no les gustará lo que vean. Unas vacaciones idílicas de las que no volverán siendo ya los mismos. Una película lenta pero interesante por lo que plantea.