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7.2
168,281
Ciencia ficción. Aventuras. Bélico. Acción. Fantástico. Romance
Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres ... [+]
25 de enero de 2010
25 de enero de 2010
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he creído que lo más importante de una buena película es un argumento decente, y a partir de ahí saber contar dicho argumento sin aburrir, y si es posible causando alguna sensación en el espectador. Es entonces cuando entran en acción un buen montaje, una buena música, buena fotografía, buenos planos, buenos efectos visuales, etc. Todo estos aspectos deben estar al servicio de la historia y no al revés, como es el caso de la "película de la década". En "Avatar" lo único que importa son los efectos especiales. Cameron se inventa una historia (o algo así) predecible y aburrida hasta la saciedad simplemente para enseñarnos ese mundo tan currado digitalmente llamado "Pandora". Pues bien, sinceramente creo que para eso solo hacen falta 20 minutos y no hacernos sufrir durante tres horas viendo los mismos paisajes (muy bien hechos, por supuesto que sí) y a los mismos personajes planos y mil veces vistos. Y es que todos, absolutamente todos los personajes de esta película (o efecto visual sin más) son tópicos. Desde ese protagonista tonto pero de buen corazón, pasando por la científica que odia a los marines pero trabaja con ellos; ese director de una multinacional que no tiene sentimientos y solo piensa en el dinero, hasta llegar al mejor de todos: el típico jefazo militar con cicatrices, fascista hasta la médula y que lo único que quiere es matar, destruir, aniquilar y despedazar todo lo que tenga vida. La verdad es que cuando vi a semejante esperpento pensé que me había equivocado de sala y me había metido en "Gi-joe" o en la última de Van-Dame.
Cuando veo "Titanic", la anterior película de este ególatra pero genial (hasta ahora) director llamado James Cameron, no me fijo en ningún momento en lo bien hecho que está el mar, el barco o cualquier otro aspecto técnico. Para mí es solo contexto, un simple pero imprescindible acompañamiento que sirve para entender mejor la historia que se cuenta. En "Avatar" se olvida la importancia de esa historia y se nos presenta un genial contexto, pero al servicio de nada. Como ya he dicho antes, con 20 minutos hubiera sido más que suficiente.
Se nos ha vendido esta película como una revolución, como la nueva forma de hacer películas, algo comparable al salto del blanco y negro al cine en color. De ser cierto esto, más que avanzar me temo que el cine ha retrocedido a los tiempos en que simplemente se filmaba algo por filmar, sin necesidad de contar historias.
Ni tan siquiera el mensaje antiimperialista salva a esta película ya que queda eclipsado por otro aún más grande: el del cine al servicio de la tecnología y no al revés. Muñecos digitales contra actores de carne y hueso. El hombre al servicio de la máquina. Cameron nos ha situado en ese malvado futuro de su "Terminator", cinematográficamente hablando.
"Avatar" es la película sin película, ya que los efectos especiales se la han comido. Ojalá se les indigeste.
Cuando veo "Titanic", la anterior película de este ególatra pero genial (hasta ahora) director llamado James Cameron, no me fijo en ningún momento en lo bien hecho que está el mar, el barco o cualquier otro aspecto técnico. Para mí es solo contexto, un simple pero imprescindible acompañamiento que sirve para entender mejor la historia que se cuenta. En "Avatar" se olvida la importancia de esa historia y se nos presenta un genial contexto, pero al servicio de nada. Como ya he dicho antes, con 20 minutos hubiera sido más que suficiente.
Se nos ha vendido esta película como una revolución, como la nueva forma de hacer películas, algo comparable al salto del blanco y negro al cine en color. De ser cierto esto, más que avanzar me temo que el cine ha retrocedido a los tiempos en que simplemente se filmaba algo por filmar, sin necesidad de contar historias.
Ni tan siquiera el mensaje antiimperialista salva a esta película ya que queda eclipsado por otro aún más grande: el del cine al servicio de la tecnología y no al revés. Muñecos digitales contra actores de carne y hueso. El hombre al servicio de la máquina. Cameron nos ha situado en ese malvado futuro de su "Terminator", cinematográficamente hablando.
"Avatar" es la película sin película, ya que los efectos especiales se la han comido. Ojalá se les indigeste.