Esta es la mejor comedia de todos los tiempos; basada en la obra teatral de Neil Simon y protagonizada por una buena pareja cómica, los incansables Jack Lemmon y Walter Matthau, estaría si en vez del poco conocido Gene Saks la película la hubiese dirigido el maestro de la comedia Billy Wilder y tendría a sus dos mejores fetiches haciendo de las suyas, aunque tampoco se nota mucho el cambio de dirección, la película es estupenda desde el punto de vista de Saks o de Wilder. Esta genial película sirvió de inspiración a Chuck Lorre para crear una de sus mejores sitcoms del siglo XXI: "Dos hombres y medio" protagonizada por el malogrado Charlie Sheen y Jon Cryer, pero en vez de amigos eran hermanos y ambos tenían los respectivos carácteres que Felix y Oscar, uno era muy limpio y noble y el otro, un vividor y un desordenado, no hace falta averiguar quién es quién. Aparte de Felix y Oscar, otros personajes que no se olvidan en la película que son los amigos de poker y las dos hermanas gemelas cuyos nombres se presentan al revés en cada momento. Se estrenó 40 años después una secuela con los mismos actores cuyo subgénero era una road-movie pero era pasable, ni buena ni mala. Ha tenido muchas imitaciones a lo largo de los años y nunca ha sido y será superada.