Tras nueve años recluido y con tratamiento psiquiátrico por violación y daños físicos graves, Theo se reincorpora en la sociedad donde tiene que aprender a llevar una "vida saludable" y, sobre todo, aprender a amar a las mujeres y no odiarlas. Inicia una relación con Nettie, una mujer también traumatizada con los hombres debido al excesivo comportamiento posesivo de su padre.

Lo más interesante de esta historia de lejos, es la de Theo, y para ello Glasner propone un metraje de pocos diálogos, sin banda sonora pero sin demasiado ruido ambiental y una visión detallada de todo el proceso. No trata de juzgar en ningún momento y muestra el desarrollo del personaje tal y como es y así cada espectador puede desarrollar el sentimiento que más le parezca respecto a Theo. Para semejante reto cuenta con su actor fetiche, Jürgen Vogel. Una apuesta valiente sin lugar a dudas y una temática transgresora y notable.

El principal y grave problema de esta película es su extremadamente larga duración y se nota demasiado, se puede cortar perfectamente una hora de metraje sin problema alguno. No tiene nada de malo la duración de un film si éste es aprovechado y en Der Freie Wille no lo está. Así que no se engañen por las calificaciones extremadamente altas que tiene la película, su exceso de escenas hace que sea una película bastante aburrida, que hace que muchas veces se te pase por la cabeza la frase "¿y esto cuándo acaba?".