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Voto de Prudencio Hernández Jr:
10

Voto de Prudencio Hernández Jr:
10
7.6
2,649
Drama. Romance
Drama de infidelidad entre dos adultos cuyas respectivas parejas no les prestan mucha atención. El arquitecto Larry Coe, casado y con dos hijos, se siente atraído por Margaret Gault desde el momento en que la ve en la parada del autobús escolar. El hijo de Margaret es compañero del hijo menor de Larry. Margaret admira a Larry desde que vio en una revista la casa por la que le dieron un premio. Y también se siente atraída por él. La ... [+]
1 de julio de 2012
1 de julio de 2012
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El inconformismo forma parte de nuestras vidas. El compromiso al pasar el tiempo se transforma y tiende a desaparecer. La confusión con la irrupción de un cambio que promete romper la rutina nos deslumbra, y hace tambalear, cuando no derrumbar, lo que habíamos construido. El matrimonio es una institución que muchas veces no se forma por amor.
He visto una película con vigencia actual, hecha en 1960.
-Por favor no lo hagas -dice Kim.
Inolvidable momento en una escena llena de romanticismo y deseo contenido. Y por dentro está deseando quemarse en el mismo fuego. Intenso pasaje crucial en una película joya del cine que quién sabe por qué razones fue dejada de lado. Una película entrañable que no ha envejecido y los temas tan humanos que nos representan, y muchas veces nos sorprenden, siguen vigentes. El amor llega en cualquier momento y debemos saber afrontarlo, para no ser prisionero de uno mismo ni de los demás.
Me encanta Kim Novak y en esta película más. Su vulnerabilidad en la escena con su marido (¿Gay? una pregunta que ha surgido en estos tiempos sobre lo que quiso decir de ese personaje Richard Quine mostrándolo totalmente abstraído (demasiado) en la relación con su mujer) es desgarradora. Ella fue realmente una actriz subestimada y está aquí en su más hermoso momento. Capaz de transmitir la emoción contenida tanto por hacer lo que parece ser muy poco. Esta sutileza se perdió en muchos críticos de la época. En cuanto a Kirk Douglas demuestra una serenidad sorprendente, llevando las escenas más sensibles con una sobriedad sobre humana. Los dos unen sus talentos para protagonizar un amor sublime pero imposible. Richard Quine en su mejor trabajo deja su sello y su calidad en este film que reboza de situaciones puntuales que resuelve con ángulos y tomas de deslumbrante belleza, no exentas de claves que desparrama por el film mientras se desarrolla. Walter Matthau, Bárbara Rusch y Ernie Kovacs...sostienen sus papeles con magnificas interpretaciones.
La música espléndida y explosiva en los momentos cumbres. La película en sí se refirió a un montón de emociones, y llama aún la atención, sobre temas muy contemporáneos. Un film de los mejores entre los mejores.
He visto una película con vigencia actual, hecha en 1960.
-Por favor no lo hagas -dice Kim.
Inolvidable momento en una escena llena de romanticismo y deseo contenido. Y por dentro está deseando quemarse en el mismo fuego. Intenso pasaje crucial en una película joya del cine que quién sabe por qué razones fue dejada de lado. Una película entrañable que no ha envejecido y los temas tan humanos que nos representan, y muchas veces nos sorprenden, siguen vigentes. El amor llega en cualquier momento y debemos saber afrontarlo, para no ser prisionero de uno mismo ni de los demás.
Me encanta Kim Novak y en esta película más. Su vulnerabilidad en la escena con su marido (¿Gay? una pregunta que ha surgido en estos tiempos sobre lo que quiso decir de ese personaje Richard Quine mostrándolo totalmente abstraído (demasiado) en la relación con su mujer) es desgarradora. Ella fue realmente una actriz subestimada y está aquí en su más hermoso momento. Capaz de transmitir la emoción contenida tanto por hacer lo que parece ser muy poco. Esta sutileza se perdió en muchos críticos de la época. En cuanto a Kirk Douglas demuestra una serenidad sorprendente, llevando las escenas más sensibles con una sobriedad sobre humana. Los dos unen sus talentos para protagonizar un amor sublime pero imposible. Richard Quine en su mejor trabajo deja su sello y su calidad en este film que reboza de situaciones puntuales que resuelve con ángulos y tomas de deslumbrante belleza, no exentas de claves que desparrama por el film mientras se desarrolla. Walter Matthau, Bárbara Rusch y Ernie Kovacs...sostienen sus papeles con magnificas interpretaciones.
La música espléndida y explosiva en los momentos cumbres. La película en sí se refirió a un montón de emociones, y llama aún la atención, sobre temas muy contemporáneos. Un film de los mejores entre los mejores.