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Voto de Francisco Javier Millan:
8
Drama. Thriller Ambientada en los 90, la película aborda el destino de las mujeres noruegas que tuvieron relaciones con los soldados alemanes durante la ocupación nazi. Narra, además, cómo vivieron bajo el régimen de la Stasi en la antigua Alemania del Este. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intenso drama que nos llega de los países nórdicos y que parte de las secuelas de una Alemania dividida tras la II Guerra Mundial. Una división que no solo fue política sino también personal, donde numerosas familias (y sus niños sobre todo) fueron separados y condenados a un destino incierto.
La película en cuestión nos hace viajar a los años 90, la década de la caída del Muro de Berlín. Un momento histórico donde en Europa se empezaron a descubrir todo tipo de sucesos relacionados con los juegos de espías que se llevaron a cabo durante la Guerra Fría.
Unos espías reales, alejados del glamur que nos suele mostrar el cine, y mucho más parecidos a los que ya vimos en la magnífica “La vida de los otros”, producción hacía la que esta cinta se refleja y se complementa.
En la mayoría de los casos nunca llegas a saber al cien por cien como fue la vida de una persona antes de conocerla. Únicamente vas encajando las piezas a medida que la convivencia se va produciendo. En ocasiones un suceso puede convertirse en el detonante que abra una puerta que mejor tendría que haber permanecido cerrada.
Ese es el drama de la protagonista, como tras haber formado una familia “casi” perfecta, se ve castigada por la misión que le fue encomendada, provocando mucho dolor entre los que la quieren. Las escenas con el marido de la protagonista y con su “madre” son realmente escalofriantes.
La película se beneficia de un trío protagonista desconocido pero sumamente eficaz, de gran calado interpretativo en lo que se refiere a la interiorización de los secretos y las emociones.
El espectador notará el drama de esta familia y compartirá el sufrimiento de su protagonista a media que la historia se va revelando.
En lo formal llama la atención una fotografía sobreexpuesta que nos traslada más si cabe a los paisajes fríos de Noruega. Y es que hoy más que nunca, el público europeo debemos mirar con mucha atención todo lo que nos viene de estos países, ya que su cinematografía de vez en cuando nos da joyas como la que estamos comentando.
Una cinta imprescindible dentro del océano de estrenos veraniegos.
Francisco Javier Millan
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