Yo veo ahora este tipo de películas de hace 40 años y me pregunto hasta qué punto es importante la calidad de la animación en una película de animación para despertar emociones en quien la ve. Harto estoy de ver películas actuales de animación cuidadas hasta el último detalle visual, donde los colores, las luces, el movimiento y la perspectiva se exhiben de manera desproporcionada e hipervitaminada aproximándose más a un estado alucinógeno que a otra cosa y que sin embargo en el fondo son una verdadera porquería. Y sin embargo ves a esta pareja de abuelitos dibujados con trazo sencillo y se te ponen los pelos de punta.

¿Y qué es esta historia? Pues se trata de una pequeña joya del cine creada para abordar con sencillez y dureza los miedos e inseguridades derivados del poder potencialmente incontrolable e ingobernable de las bombas nucleares, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial pero creada y parida bajo la influencia de unos años 80 teñidos de cierta incertidumbre en los que la Guerra Fría aún estaba dando sus últimos coletazos. La magia de esta película está sin duda en una pareja protagonista que nos transmite perfectamente esta incertidumbre y esta inseguridad hacia un poder nuclear no del todo bien conocido pero perfectamente manejado mediáticamente por los gobiernos de una forma totalmente tendenciosa y partidista para jugar a manejar a las masas a su antojo a la vez que exhibir músculo y capacidad de autocontrol y gestión. Una buena película para darse cuenta del poder de influencia sobre la gente cuando se trata de abordar temas desconocidos e inquietantes para el prójimo. Y es que no es bueno abandonar por completo el sentido común para dejarte caer completamente en brazos del dictado de quien te gobierna. Nada bueno hay en ello. Puede que el que mande sea mucho más tonto que tú y te lo oculte con un bonito envoltorio que aparente lo contrario.

Pero no todo es política e incertidumbre en esta peli, porque ante todo es una historia de amor incondicional para proteger hasta la última de las consecuencias a quien amas para que sus miedos y sufrimientos se difuminen y se hagan más llevaderos. Esto se plasma con franca crueldad en una atmósfera que se va tornando cada vez más turbia e irrespirable y dibujando un panorama que nos consigue ir apretando progresivamente hasta decir basta. Pudiera parecer que hay mucha ingenuidad en esta pareja de ancianos, pero más bien representan la forma perfecta de cómo quitar hierro a un laberinto sin salida en el que se asume con estoicismo y esperanza el oscuro porvenir de los acontecimientos. Tiene ese toque de ternura que engancha y se te clava para dejarte con un inquietante malestar que busca herirte por simple erosión. Viendo esto, más de uno pensará que la vida es demasiado corta como para entregársela en manos de putos gobernantes sin sesera y más de uno hará de su capa un sayo pensando que aquí hemos venido básicamente a sufrir porque en el fondo no dejamos de ser un simple número estadístico para políticos e historiadores. Menos mal que siempre nos quedará un amor dibujado con lápices de colores para hacerlo todo más llevadero.

LO MEJOR:
- Hecha para los que gustan de historias sencillas y sinceras.
- Un amor de verdad no tiene por qué ser empalagoso.
- Te encajona, te acorrala y te patea hasta el último rincón de tu alma.

LO PEOR:
- Su excesiva fe en la obediencia sin sentido.
- Que efectivamente hay gente que se tira por un acantilado si le dicen que lo haga.