Lo de trasplantar la comedia universitaria al marco de una academia policial tenía su aquel, pero la misma idea no era (de momento) extrapolable a la primera secuela. Así que, para esta ocasión, tocaba parodiar el filón -cinematográfico, y televisivo sobre todo- de los dramas urbanos sobre comisarías de policía localizadas en un distrito conflictivo. Bien se podría decir que Jerry Paris -curtido en sus comienzos, como cómico y director, en 'The Dick Van Dyke Show- opta por abordar su parodia particular, inicialmente, de la boyante serie televisiva 'Hill Street Blues' -de la que, comprensiblemente, se sitúa a años luz en lo dramatúrgico, apoyándose esencialmente en el gag físico y chistes entrañablemente zafios-, y derivando, hacia la 2° mitad, en otra cinta ochentera sobre moteros y bandas punks que siembran el caos.
Repite casi todo el reparto protagonista de la primera entrega, con Arthur Metrano reemplazando a G. W. Bailey como superior tocapelotas, y un (todavía) villano Bobcat Goldthwait que prácticamente se hace con el control de la cinta, consiguiendo que su Zed le coma la tostada al resto de personajes secundarios (sin olvidar la prodigiosa labor de doblaje de Miguel Ayones -la voz de Bryan Cranston en 'Breaking Bad'- clavando a la perfección la verborrea del cómico estadounidense).
'Loca Academia de Policía 2: Su primera misión' (1985, Jerry Paris) ni siquiera entró en el TOP 10 de las películas más taquilleras en Estados Unidos de 1985, año en el que se estrenaron 'Rocky 4', 'Rambo 2', 'Los Goonies' o 'Regreso al futuro'. Pero la cinta sí haría su particular agosto gracias a las ganancias europeas y el VHS.