Una serie bien hecha, con buena producción, lo cual se nota tanto en la fotografía, ambientación, efectos especiales.

En su elenco se cuenta con estrellas consagradas como Morgan Freeman y Nicole Kidman, lo cual es un indicio de calidad. El resto del plantel actoral también destaca.

En su guión se incluye -como parece estar de moda ahora- algunas escenas lésbicas y un matrimonio interracial que a pesar de los contratiempos resuelven sus diferencias con majestuosa maestría (no sé por qué no creo eso).

Por supuesto que no hay que asombrarse ni sorprenderse el sesgo político que tiene la serie que oficia de propaganda pro-yankie la cual intenta justificar invasiones y matanzas varias de las tantas cometidas por los EEUU. Porque el cine industrial yankie es propaganda pues está todo montado sobre el aparato cultural del estado yankie al cual le debe fidelidad pues al fin de cuentas es una serie de acción bélica salida del aparato cinematográfico industrial yankie.

Para quien guste de las series de acción bélica, con buena dosis de espionaje y contra terrorismo, esta serie le será de su agrado. No esperen nada mas que acción la cual sólo sirve para enmascarar la propaganda bélica yankie.