Luego de mucho tiempo fuera de la dirección de cine Marcelo Piñeyro reaparece para ofrecernos esta serie que sólo Netflix puede poner en su grilla.

La serie tiene buena producción, una colección de actores famosos (no por ello buenos) y por supuesto mucho dinero puesto en promoción y publicidad para que los "críticos" de cine se molesten en citar a esta cosa que no es más que basura.

El guión es inverosímil, los diálogos estúpidos, las interpretaciones sin ensayo.

Típica producción para distribución Netflix que se ha convertido en un repositorio de basuras de este tipo.