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Voto de Cinemagavia:
228
Drama
Eliú, un chico de campo, es encarcelado en un centro experimental de menores en el corazón de la selva tropical colombiana, por un crimen que cometió con su amigo El Mono. Todos los días, los adolescentes realizan un trabajo físico extenuante y una intensa terapia de grupo. Un día, El Mono es trasladado al mismo centro y trae consigo un pasado del que Eliú intenta huir. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Horizonte peligroso
La cárcel pone sobre la mesa dos frases de la historia universal; el ser humano es un ser social y el hombre es un lobo para el hombre. La jauría pivota sobre estas dos frases a lo largo de su hora y media. Las cárceles es el lugar donde se castiga la conducta delictiva, y se te priva de la libertad, nuestro bien más preciado solo por encima de la vida.
La jauría nos refleja la dureza de la selva colombiana. La suciedad y la naturaleza se comen poco a poco el recinto donde se encuentran. Las dos personalidades de los presos enriquecen la película. Una mente sibilina al que le brillan los ojos en el delito frente a una mente atormentada y callada, que se retroalimenta en su dolor.
*Veo dolor
Las condiciones de salubridad del centro son puestas en escena con solvencia y realismo. Sabemos que están en el infierno, que tienen las manos manchadas de sangre y que el camino que les queda por delante con nosotros como testigos está lleno de dolor.
Vemos como la angustia va entrando por los poros de su piel.
Los silencios se vuelven heridas abiertas con el eco de la selva. Son almas perdidas escondidas en un lugar remoto donde a nadie le importa lo que pase con ellas.
*Algún día, una historia bonita
Colombia es una sociedad atormentada por el narco y la violencia. Es natural que los hechos que condicionan una sociedad sean parte de su material creativo y de ficción. Sin embargo, alejarse un poco e incidir y promocionar de manera recurrente otros géneros como el terror, la ciencias ficción o la comedia romántica nos permitiría conocer las otras caras que tiene el país. Es verdad que cuando una combinación funciona es difícil dejar de repetirla, pero si la muestra de cine colombiano se alejara de la violencia como parte de las historias sería un proceso muy atractivo.
*Un centro, muchas almas
La jauría nos mete en el mundo carcelario de la selva colombiana. Un centro son sometidos por el poder y la esperanza es nula. La película te enseña dos jóvenes que luchan por sobrevivir aunque su suerte esté ya echada.
Escrito por Carlos Gómez Puebla
La cárcel pone sobre la mesa dos frases de la historia universal; el ser humano es un ser social y el hombre es un lobo para el hombre. La jauría pivota sobre estas dos frases a lo largo de su hora y media. Las cárceles es el lugar donde se castiga la conducta delictiva, y se te priva de la libertad, nuestro bien más preciado solo por encima de la vida.
La jauría nos refleja la dureza de la selva colombiana. La suciedad y la naturaleza se comen poco a poco el recinto donde se encuentran. Las dos personalidades de los presos enriquecen la película. Una mente sibilina al que le brillan los ojos en el delito frente a una mente atormentada y callada, que se retroalimenta en su dolor.
*Veo dolor
Las condiciones de salubridad del centro son puestas en escena con solvencia y realismo. Sabemos que están en el infierno, que tienen las manos manchadas de sangre y que el camino que les queda por delante con nosotros como testigos está lleno de dolor.
Vemos como la angustia va entrando por los poros de su piel.
Los silencios se vuelven heridas abiertas con el eco de la selva. Son almas perdidas escondidas en un lugar remoto donde a nadie le importa lo que pase con ellas.
*Algún día, una historia bonita
Colombia es una sociedad atormentada por el narco y la violencia. Es natural que los hechos que condicionan una sociedad sean parte de su material creativo y de ficción. Sin embargo, alejarse un poco e incidir y promocionar de manera recurrente otros géneros como el terror, la ciencias ficción o la comedia romántica nos permitiría conocer las otras caras que tiene el país. Es verdad que cuando una combinación funciona es difícil dejar de repetirla, pero si la muestra de cine colombiano se alejara de la violencia como parte de las historias sería un proceso muy atractivo.
*Un centro, muchas almas
La jauría nos mete en el mundo carcelario de la selva colombiana. Un centro son sometidos por el poder y la esperanza es nula. La película te enseña dos jóvenes que luchan por sobrevivir aunque su suerte esté ya echada.
Escrito por Carlos Gómez Puebla
