Competente película de terror, que reconstruye una historia real tirando de recursos del terror clásicos de toda la vida,con figuras tras puertas, reflejos extraños, objetos descolocados sin tocarlos, de aquel que más que mostrar, sugiere, sin necesidad de borbotones de sangre para impresionar ni de golpes de sonido estridentes para alarmar y hacer que el espectador salte de la butaca, es tiempo de reconocer que nada de eso tiene que ver ni con el miedo ni con el terror.

Interpretaciones consistentes, sobre todo del chico protagonista, detallada crónica del suceso real, y elegante desarrollo visual sin grandes pretensiones.

No es fácil realizar una película centrada en una casa encantada sin caer en trampas, (veáse la tramposa "El Orfanato" que quiere ser enorme y se queda en minúscula por sus fallos de guión y endeblez interpretativa con Rueda imitando a la Kidman de "Los Otros").

En definitiva, lo que busca esta película es contar una historia mostrando la inquietud de quienes sufrieron el acontecimiento real, intentando transmitir el misterio y sufrimiento de una familia media americana destrozada por la enfermedad de su hijo. La película no quiere engañar al espectador y eso es de agradecer.