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Thriller
Benjamin, un joven alemán genio de las computadoras, se une a un grupo de hackers subversivo que quiere hacerse notar en el escenario del mundo. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2018
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias más increíbles pasan en Estados Unidos. Por eso les atacan los Decepticons, los Chitauri, y no les atacaron los mirmidones de Aquiles de milagro. Ojo: le rindo el culto necesario a obras maestras como El Padrino, Blade Runner, Star Wars (IV, V y VI), Teléfono Rojo, Sin City, Casablanca y un larguísimo etc. pero convengamos que para ser un pais plató, meten cada gambada del carajo.
En Europa hacemos otro cine, de otra factura, con quizás menos acción, menos derrapes y más carga sesuda. Y ahí tenemos a Cinema Paradiso, El Hundimiento, Lawrence de Arabia, La vida es Bella, Amelie... Y llega este Baran bo Odar y decide coger a unos hackers con complejos de micropene digital y monta una historia rebuscada donde la lógica (qué bonita disciplina bien montada) argumentística es completamente... ilógica, derivando en una historia in-cre-í-ble al más puro estilo (malo) americano.
Una mezcla de Kick Ass, Club de la Lucha, Wanted (Jolie & McAvoy) y otras tantas de las que coge todo menos lo bueno.
Pero bueno ¿hay que verla? Pueeees... Mira, estamos en verano y hay muchas terrazas abiertas para disfrutar con los amigos. Si llegas a casa de madrugada, no tienes sueño y al día siguiente no madrugas... tú mismo. Pero que conste que te advertí.
Si quieres ejemplos, en el spoiler de destripo algunas cosillas.
En Europa hacemos otro cine, de otra factura, con quizás menos acción, menos derrapes y más carga sesuda. Y ahí tenemos a Cinema Paradiso, El Hundimiento, Lawrence de Arabia, La vida es Bella, Amelie... Y llega este Baran bo Odar y decide coger a unos hackers con complejos de micropene digital y monta una historia rebuscada donde la lógica (qué bonita disciplina bien montada) argumentística es completamente... ilógica, derivando en una historia in-cre-í-ble al más puro estilo (malo) americano.
Una mezcla de Kick Ass, Club de la Lucha, Wanted (Jolie & McAvoy) y otras tantas de las que coge todo menos lo bueno.
Pero bueno ¿hay que verla? Pueeees... Mira, estamos en verano y hay muchas terrazas abiertas para disfrutar con los amigos. Si llegas a casa de madrugada, no tienes sueño y al día siguiente no madrugas... tú mismo. Pero que conste que te advertí.
Si quieres ejemplos, en el spoiler de destripo algunas cosillas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La forma para entrar en el servicio secreto alemán consiste en visitar una empresa de reciclaje de papel y encontrar una tarjeta de cumpleaños con el nombre de una tal Gertrud, Inga o vaya ud. a saber a la que le gustan los gatitos y que ¡oh, sorpresas te da la vida! es la encargada de expedir las tarjetas identificativas para entrar en el -se supone- el sitio más seguro de los germanos. Le mandan un email con un link donde le prometen más gatitos y la Gertrud pica y le meten un bicho en el ordenador saltándose todos los protocolos del, repito, el lugar más seguro de la Repúblic Federal de Alemania,
Pero no sólo se contenta el guionista (por llamarle algo) con esa metedura de pata, sino que luego se cuelan en la central de Europol con el truco de encontrarse con una tarjeta de un visitante que convenientemente se cae delante del prota y con esta acreditación acude a los guardas nocturnos de -insisto- Europol y les dice con su cara de niño-bueno-castigado-por-un-cruel-padre que por favor, por favor, por favor le deje pasar porque se ha dejado la cartera en la cafetería. El guarda ¡qué buena persona! le acompaña hasta la cafetería y le deja solito para que que coloque un dispositivo wi-fi que logrará infiltrarse en todo el mogollón.
En fin, que lo de Deus ex-machina viene a esta película como anillo al dedo.
Pero no sólo se contenta el guionista (por llamarle algo) con esa metedura de pata, sino que luego se cuelan en la central de Europol con el truco de encontrarse con una tarjeta de un visitante que convenientemente se cae delante del prota y con esta acreditación acude a los guardas nocturnos de -insisto- Europol y les dice con su cara de niño-bueno-castigado-por-un-cruel-padre que por favor, por favor, por favor le deje pasar porque se ha dejado la cartera en la cafetería. El guarda ¡qué buena persona! le acompaña hasta la cafetería y le deja solito para que que coloque un dispositivo wi-fi que logrará infiltrarse en todo el mogollón.
En fin, que lo de Deus ex-machina viene a esta película como anillo al dedo.