Éste último trabajo del director surcoreano Bong Joon-ho, esconde una despiadada crítica a la sociedad neoliberal de Corea del sur, la lucha de clases y la supervivencia como modo de vida de las clases menos favorecidas a través de un truculento retrato de todos los personajes que lo componen.

Rocambolesca, divertida, tierna, ácida, macabra y a veces a punto de desbarrar, Parásitos es también un magnífico ejercicio de estilo que parecería hecho por ALEX DE LA IGLESIA, TARANTINO o los COEN, sino fuese a la vez tan oriental, tan delicada y bastante menos gore que las películas de los directores citados. También me vinieron a la mente los recovecos enfermizos de CASINO ROYALE, MIDSOMMAR, NOSOTROS e incluso los angostos pasadizos de SAW.

Sigue en cartelera y va como un tiro a por el Óscar a la mejor película extranjera cuya nominación comparte con DOLOR Y GLORIA de Almodóvar que a pesar de ser también el mejor relato del director manchego en muchos años, lo tiene realmente complicado para arrebatar la estatuilla a ésta asombrosa pesadilla oriental.