Fantástica demostración de cine musical. Esplendida en sus bailes, coreografía y música. Pocas veces en el cine se ha visto tal despliegue de entendimiento artístico en el baile como el que demostraron Gene Kelly y Donald O'Connor, muy bien secundados por Debbie Reynolds con su hermosa voz, sin duda en la parte musical un excelente. Pero en lo que se refiere a la historia como tal, tiene muchos vacíos en su guión y se denota un poco superficial, con partes de humor que se quedan cortas y no logran su objetivo. Para destacar también su excelente dirección artística y esa sonrisa con que se mira la vida.