Entretiene esta nueva película de tiburones, primero porque dura poco, después porque los tiburones no son los principales protagonistas, aparecen lo justo y después porque el director supo crear durante todo el metraje una atmósfera casi asfixiante y de tensión en donde uno logra mimetizarse con los personajes. Por supuesto que tiene errores y muchos, pero siendo una típica película de clase B, con poco presupuesto logra un resultado aceptable. La historia es la de dos hermanas que por esas circunstancias no muy claras, deciden sumergirse en una jaula para ver los tiburones de cerca, pero una falla hará que caigan al fondo del mar y ahí si van a tener una oportunidad de ver cara a cara a los escualos. Las dos mujeres logran transmitir su angustia y cumplen. Sin ser un gran film es mucho mejor que muchas del mismo tema.