Buena, no hay dudas, mas allá que tiene algunas cosas que pueden bajar su puntaje, se puede decir que logra mantener la atención del espectador especialmente por la excelente dirección de Rodrigo Sorogoyen, quien mas allá de imprimirle su sello logra un excelente manejo del suspenso y de las escenas en donde la tensión va creciendo paulatinamente hasta desembocar en un clímax impresionante. Párrafo aparte merece la actuación de un descomunal Luis Zahera que logra la ambigüedad de componer a un personaje totalmente odiable pero que uno quiere que aparezca constantemente en el film ya que su presencia realmente logra engrandecer el mismo. Ya pasando al guion, éste, se centra en un matrimonio francés que vive de su huerta en una aldea de Galicia y que por un conflicto por la venta de sus tierras a una empresa eólica, comenzará a tener problemas con sus vecinos. Por supuesto estos irán poco a poco agudizándose hasta llegar al inevitable enfrentamiento en donde ya no habrá vuelta atrás y logrará cambiar radicalmente sus vidas. Hay escenas realmente notables, especialmente las que se producen en el bar del pueblo, en donde todos los personajes dicen lo que piensan, sin llegar a la agresión, no hace falta. En cuanto al resto de las actuaciones son muy correctas, por supuesto eclipsadas en cada aparición de Zahera quién se come literalmente la pantalla. Para ver.