A veces me planteo si una buena película basada en hechos reales lo es por su calidad artística o por la historia en sí. No cabe duda de que cualquier acercamiento a hechos como el que nos ocupa, ya tiene parte del camino hecho. Luego, es cierto que tienes el riesgo de hacer el ridículo si lo haces mal con tan buen material. No es el caso. Pero a mi entender es la única parte de la película a la que poner alguna pequeña objeción.
Por supuesto, está Darín. Siempre Darín. Tener a Darín en el elenco ya te garantiza que por ahí no se va a ir la película. Un personaje hecho a su medida que cuadra, como era de preveer. El resto de actores bien. Pero la película es Darín.
Lo demás, ambientación, fotografía, música...todo bien.
Voy al guión: la primera media hora es muy interesante. Te sientes ràpidamente identificado con el personaje de Darín, una suerte de Gary Cooper en Sólo ante el Peligro. Y llevas su carga con él. Luego empieza la parte de la preparación del juicio, también bien llevada. Y donde cae un poco para mi gusto es en la principal, la parte del Juicio. Me emocioné...pero poco. Y eso no puede pasar con un material tan impresionante: qué poco recorrido se les da a las Madres de la Plaza de Mayo. O ninguno a los Vuelos de la Muerte.. Pocos testimonios de los 700 y pico que presentaron. No se trata de ponerlos todos, pero al final sólo salen un par o tres... También se le podía haber dado más protagonismo a los (siniestros) militares.
Desaprovechar la emotividad que puede proporcionar todo ese material es una pena
Aun así, película buena y necesaria