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España España · Gijón
Voto de Loberto:
3
Comedia. Romance Los recién casados Carl y Molly Peterson se encuentran con una inesperada visita en su perfectamente construido paraíso conyugal. Se trata de Dupree, un vividor con alma de poeta martirizado por su jefe. Cuando se coge una semana para ir a Hawai como padrino de boda de Carl y Molly en Hawai, lo despiden de la empresa. Sin trabajo, sin coche, sin casa, Dupree se instala con los Peterson indefinidamente. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2006
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Tú, yo y ahora... Dupree" es la nueva peli de Owen Wilson, que nos suena por ser "el amigo rubio de Ben Stiller" en varios filmes. En esta ocasión, como éste no aparece, el humor viene a ser más "light", y menos ofensivo en general.

También es menos gracioso que de costumbre. En realidad, casi todo carece de gracia, excepto algún gag determinado, culpa principalmente de un guión no demasiado brillante, obra de un tal Mike LeSieur, que incluso se permite decir en boca de uno de sus personajes que "en Argentina la gente parecía no hacer nada". Toma ya.

La historia se resume en ver las desventuras que les suceden a una feliz pareja de recién casados (Kate Hudson y Matt Dillon) por acoger en su casa al mejor amigo y padrino de la boda de Dillon, Dupree (Owen Wilson), un "encantador fracasado" (también esto está tomado de la peli) que siempre se las arregla para torcer las cosas. Esto ocurre en los primeros cuarenta y cinco minutos, porque luego, sin saber muy bien cómo, es Kate Hudson la que se encariña con Dupree, y Dillon el que ve en él una amenaza para su propio matrimonio.

Así, la cosa pasa de una floja comedia a un extraño drama que se hace bastante pesado. De todas formas, no desesperen, que esto es Hollywood, y si hay que forzar el "happy ending", se fuerza, y listo.

Owen Wilson es el que lleva el peso de la película, y lo hace con soltura, si bien el personaje está construido para su exclusivo lucimiento. Kate Hudson sale muy guapa, y no lo hace mal, aunque su interpretación mejoraría si de vez en cuando abriese un poco más los ojos, que parece que tiene el sol de cara todo el rato. Matt Dillon es el peor con diferencia de los tres, y lo poco que podría salvarse de su falta absoluta de vis cómica, lo acaba de rematar el doblaje. Michael Douglas también aparece por ahí, haciendo de padre de Kate Hudson, y eso que fácilmente podría ser su abuelo.

En definitiva, una comedia del montón, sin el suficiente "punch" para convertirse en algo que podía haber sido bastante más divertido de contar con un mejor guión. Debe ser que Mike LeSieur aún no ha encontrado su "-osidad".
Loberto
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