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Voto de Loberto:
1

Voto de Loberto:
1
3.6
5,550
Comedia
Después de varios años en la cárcel, Calvin Sims (Marlon Wayans), un duro ladrón de joyas que no supera el metro de altura, decide retirarse del mundo del delito no sin antes dar el gran golpe. Calvin y su socio Percy (Tracy Morgan) reciben el encargo de robar un valioso diamante con un plan perfecto. Pero el plan falla y Calvin tiene que esconder el diamante dentro del bolso de Vanessa Edwards (Kerry Washington) para sacarlo de la ... [+]
1 de noviembre de 2006
1 de noviembre de 2006
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anda que no se habrán hecho películas sobre el tema de bebés o niños que piensan o reaccionan como adultos. Y aún así, los Wayans todavía tienen el valor de hacer este "Pequeño pero matón" (mis felicitaciones a los adaptadores del título a nuestro idioma de "Little Man").
La historia (por calificarla de algún modo) va de un ladrón de medio metro de altura (Marlon Wayans) que roba un diamante y lo esconde en el bolso de una feliz pareja (Shawn Wayans y Kerry Washington). La forma de recuperarlo será hacerse pasar por bebé. Un bebé, por cierto, que pasa desapercibido sin que nadie, en ningún momento, sospeche de él. Debe ser que no le crece la barba, y que es normal que tenga una dentición de 32 piezas (o más, a juzgar por las escenas en las que Marlon Wayans abre la boca, que hay unas cuantas).
Como el guión no da para más de, digamos, unos 10 minutos, el resto del metraje se va en enseñarnos gags tan novedosos como el del supuesto bebé mirando los generosos pechos de Brittany Daniel, metiéndole mano a chicas varias, o golpeando las partes nobles de casi todo hombre que aparece en pantalla más de segundo y medio. El no va más del humor, claro. Los personajes femeninos salen exclusivamente para servir de burla, por cierto.
La historia (por calificarla de algún modo) va de un ladrón de medio metro de altura (Marlon Wayans) que roba un diamante y lo esconde en el bolso de una feliz pareja (Shawn Wayans y Kerry Washington). La forma de recuperarlo será hacerse pasar por bebé. Un bebé, por cierto, que pasa desapercibido sin que nadie, en ningún momento, sospeche de él. Debe ser que no le crece la barba, y que es normal que tenga una dentición de 32 piezas (o más, a juzgar por las escenas en las que Marlon Wayans abre la boca, que hay unas cuantas).
Como el guión no da para más de, digamos, unos 10 minutos, el resto del metraje se va en enseñarnos gags tan novedosos como el del supuesto bebé mirando los generosos pechos de Brittany Daniel, metiéndole mano a chicas varias, o golpeando las partes nobles de casi todo hombre que aparece en pantalla más de segundo y medio. El no va más del humor, claro. Los personajes femeninos salen exclusivamente para servir de burla, por cierto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final, por si no lo han adivinado ya, el ladrón se vuelve bueno, el padre le perdona que sea un delincuente que les ha estado engañando, y el espectador sale deseando haberle dado a su dinero un mejor destino, como el fondo de una alcantarilla. Pero lo más grave de todo es que habrá gente que incluso se ría. Como deben estar riéndose los Wayans viendo a la gente dejarse los cuartos en la taquilla.