Mads Mikkelsen es un hombre que viene ganándose un lugar en la historia del cine reciente, ni qué decir del cine danés. Ya lo hemos visto en Casino Royale y también en Hannibal, la serie. Su talento es grande, pero creo que lo que realmente lo deja a uno sorprendido es que su rostro, su sonrisa y sobre todo su mirada se prestan para todo tipo de juegos interpretativos. Así que viene bendecido por su fisonomía.
Aquí, en En Kongelig Affære, nos encontramos con un Mikkelsen "bueno", un médico que sigue las ideas de la Ilustración francesa e inglesa y que desea aproximarse al reino de Cristian VII para beneficiar a todo un pueblo. De ello se percata la reina Carolina Matilda, joven bella de origen inglés y mujer que vive la soledad de su cuerpo en la habitación real. El triángulo amoroso está, pues, servido. Pero aquí el personaje principal no es el médico ni la reina, aunque tienen la idea de ser los protagonistas, quien realmente sorprende es el rey Cristian, interpretado magistralmente por un joven actor llamado Mikkel Boe Følsgaard. A él todos los aplausos. El ritmo de la historia es suyo, que la historia tenga buen tono es obra suya, que nos haya interesado la historia es por cuenta de su extravagancia y hasta su ingenuidad. Es un niño con corona.