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Voto de Reverendo Wilson:
6

Voto de Reverendo Wilson:
6
6.4
28,484
Thriller. Terror
Unos jóvenes ladrones creen haber encontrado la oportunidad de cometer el robo perfecto. Su objetivo será un ciego solitario, poseedor de miles de dólares ocultos. Pero tan pronto como entran en su casa serán conscientes de su error, pues se encontrarán atrapados y luchando por sobrevivir contra un psicópata con sus propios y temibles secretos. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2016
4 de septiembre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el estreno de "No respires" llega uno de los títulos más esperados de la temporada. Gran parte de culpa de ello reside en el nombre de Fede Álvarez, el director uruguayo con origen asturiano que encandiló a muchos con su remake de "Posesión Infernal"; podríamos decir que aquella revisión del clásico de culto de Sam Raimi gozaba de unas características similares a esta "No respires", en el sentido de disponer de una concepción parcialmente errada pero que era compensado con las labores del director a la hora de asimilar el espíritu salvaje original. Algo parecido ocurrirá, como decimos, en la idea principal de esta nueva película (también con el apoyo de Sam Raimi y su socio Robert Tapert en la producción), con la historia de un grupo de jóvenes rateros que intentarán robar la importante suma de dinero en posesión de un veterano de la guerra de Irak, quien perdió la visión años atrás en acto de servicio, y que verá usurpada la tranquilidad de su hogar.
"No respires" es una película que destacará, ante todo, por las labores de Fede Álvarez a la hora de realizar la planificación escénica de su propuesta. Casi como aquel Sam Raimi que se iniciaba en el género a principios de los 80 dispuesto a ejercer todo un plantel de piruetas visuales (lo cual no sorprende la afinidad que parece haber entre ambos), el uruguayo plantea un ejercicio de suspense, confesamente indexado a las raíces del survival, donde todo un juego de artimañas descriptivas hacia al más puro instinto de proyección cinematográfica (excelsos movimientos de cámara, la utilización de la fotografía, el empleo del fondo de plano…) acabarán por ofrecer una puesta en escena rica en texturas y con mucha astucia narrativa, que provocará el enganche instantáneo de una historia que quizá podría haber recorrido efluvios más viscerales y salvajes de lo que realmente apreciemos en pantalla. No se escatima en la utilización del plano secuencia, así como el recorrido por la oscura arquitectura de la localización, e incluso un juego esquematizado con el susto de sonido, algo que afortunadamente se utilizará en su justa medida.
Y es que, aunque suene totalmente admirable la idea de ofrecer una home invasion que acabará por rebelarse contra sus ejecutantes (no siendo la primera vez que se utiliza este pretexto, todo hay que decirlo), "No respires" acabará perdiendo fuerza cuando tenga que sumergirse en el espíritu más indómito de su propuesta; aunque hay momentos de cierta crueldad en el impacto de sus escenas, con Stephen Lang ejerciendo de un antagonista repleto de estoica fisonomía en movimiento, su condición de terror mainstream impedirá que la película se sumerja en la ferocidad que su arquetipo pedía en ciertos momentos, algo que la alejará exponencialmente de marcar huella en el género. El dibujo preconcebido de su trío de protagonistas (intentando, siguiendo uno de los patrones básicos del terror actual más convencional, de dar un sentido a sus acciones) tampoco ayudará en este aspecto, por lo que los acérrimos al reverso más bárbaro del horror no encontrarán los estímulos que una idea principal como esta bien podía haber dado. Respecto a esto, y quizá para justificar desde la propia simpleza del guión, la película contará con un giro argumental que se inclina a justificar lo alargado de su premisa principal; en relación a esta idea, bastante trastornada, vuelve a lamentarse un desarrollo bajo la visión de un film de estudio, lo cual provoca que no acabe de funcionar de una manera tan sucia como debería.
Sin embargo, aunque falle en su espíritu de lealtad a los aromas más implacables del género, no cabe duda que la propuesta es un ejercicio narrativo muy por encima de la media del terror “A” venido de las productoras hollywoodienses. Álvarez parece saber que entre manos tiene un guión conciso pero arraigado, y dentro de las posibilidades de la propia naturalidad del proyecto intenta aportar esa frescura en la puesta en escena que se ve incluso potenciada por elementos tan habituales pero pocas veces son aprovechados como el uso del silencio, los destellos lumínicos o incluso un recurso bien empleado como el de la nula visión nocturna de los tres atracadores, que se resuelve de manera muy audaz en uno de los momentos de la trama. Todo eso provocará que Fede Álvarez “manipule” al espectador más avezado e inspire mucho más interés a la historia, para compensar así su falta de solvencia en lo transgresor.
http://elgabinetedelreverendowilson.wordpress.com/
"No respires" es una película que destacará, ante todo, por las labores de Fede Álvarez a la hora de realizar la planificación escénica de su propuesta. Casi como aquel Sam Raimi que se iniciaba en el género a principios de los 80 dispuesto a ejercer todo un plantel de piruetas visuales (lo cual no sorprende la afinidad que parece haber entre ambos), el uruguayo plantea un ejercicio de suspense, confesamente indexado a las raíces del survival, donde todo un juego de artimañas descriptivas hacia al más puro instinto de proyección cinematográfica (excelsos movimientos de cámara, la utilización de la fotografía, el empleo del fondo de plano…) acabarán por ofrecer una puesta en escena rica en texturas y con mucha astucia narrativa, que provocará el enganche instantáneo de una historia que quizá podría haber recorrido efluvios más viscerales y salvajes de lo que realmente apreciemos en pantalla. No se escatima en la utilización del plano secuencia, así como el recorrido por la oscura arquitectura de la localización, e incluso un juego esquematizado con el susto de sonido, algo que afortunadamente se utilizará en su justa medida.
Y es que, aunque suene totalmente admirable la idea de ofrecer una home invasion que acabará por rebelarse contra sus ejecutantes (no siendo la primera vez que se utiliza este pretexto, todo hay que decirlo), "No respires" acabará perdiendo fuerza cuando tenga que sumergirse en el espíritu más indómito de su propuesta; aunque hay momentos de cierta crueldad en el impacto de sus escenas, con Stephen Lang ejerciendo de un antagonista repleto de estoica fisonomía en movimiento, su condición de terror mainstream impedirá que la película se sumerja en la ferocidad que su arquetipo pedía en ciertos momentos, algo que la alejará exponencialmente de marcar huella en el género. El dibujo preconcebido de su trío de protagonistas (intentando, siguiendo uno de los patrones básicos del terror actual más convencional, de dar un sentido a sus acciones) tampoco ayudará en este aspecto, por lo que los acérrimos al reverso más bárbaro del horror no encontrarán los estímulos que una idea principal como esta bien podía haber dado. Respecto a esto, y quizá para justificar desde la propia simpleza del guión, la película contará con un giro argumental que se inclina a justificar lo alargado de su premisa principal; en relación a esta idea, bastante trastornada, vuelve a lamentarse un desarrollo bajo la visión de un film de estudio, lo cual provoca que no acabe de funcionar de una manera tan sucia como debería.
Sin embargo, aunque falle en su espíritu de lealtad a los aromas más implacables del género, no cabe duda que la propuesta es un ejercicio narrativo muy por encima de la media del terror “A” venido de las productoras hollywoodienses. Álvarez parece saber que entre manos tiene un guión conciso pero arraigado, y dentro de las posibilidades de la propia naturalidad del proyecto intenta aportar esa frescura en la puesta en escena que se ve incluso potenciada por elementos tan habituales pero pocas veces son aprovechados como el uso del silencio, los destellos lumínicos o incluso un recurso bien empleado como el de la nula visión nocturna de los tres atracadores, que se resuelve de manera muy audaz en uno de los momentos de la trama. Todo eso provocará que Fede Álvarez “manipule” al espectador más avezado e inspire mucho más interés a la historia, para compensar así su falta de solvencia en lo transgresor.
http://elgabinetedelreverendowilson.wordpress.com/