Personalmente tenía una idea caricaturizada de este personaje, la que me había acompañado desde mi infancia, de aquel monstruo con tornillos en el cuello, que provocaba más lástima que cualquier otra cosa. Pero el que nos retratan aquí, es otra cosa, la veracidad con la que es plasmado desde su punto de vista estético es impecable, genera un montón de sentimientos de repulsión y miedo con tan solo verlo; lo que hace que las escenas donde tiene contacto con personas sean aún más creíbles. Es interesante como se plantea el contraste, entre su personalidad benévola y su horrible aspecto físico, que crean en él complejos humanos que a la postre lo llevarán a convertirse en el monstruo que es, y que logran que le tengamos compasión. En cuanto a la trama de la película en sí, hay momentos espeluznantes e imprevisibles, mínimos, pero que crean una atmósfera de terror en una parte importante de la historia. Son de admirar también en esta producción, sus decorados, su música y su maravilloso vestuario; pero lamentablemente las actuaciones exageradas y sobreactuadas especialmente la del personaje del Dr. Frankenstein, llevan al traste con todo lo anterior, haciendo que su nota baje considerablemente. Aún así muy recomendada.