Es difícil tratar poder plasmar en un espacio de crítica lo que realmente fue esta película en su tiempo, yo tenia apenas 12 años de edad cuando la vi en una muestra de cine en el auditorio de una Universidad, me acompañaba mi mejor amigo y su papá, la película resultó un chock tremendo para mi incipiente adolescencia, me perturbó como nada lo había hecho antes y al mismo tiempo me mostró la crudeza de las letras de Roger Waters, mi idolatría hacia esta banda empezó desde ese momento.
Recuerdo las imágenes de los martillos, los ladrillos, los gritos desesperados, la represión injustificada, la sensación de impotencia, el miedo, la segregación, la injusticia, el autoritarismo, el cinismo, en fin es un crudo viaje hacia la repugnancia que puede significar el deterioro del ser humano...por el mismo ser humano.
La lección fue fuerte y muy significativa, la música para mi ya tenia un sentido, el rock era una herramienta, un medio que nos acercaba a el mundo real y nos abría los ojos ante la desigualdad y el poder de los grandes imperios.
Un canto de protesta clamando por un mundo más igualitario y justo