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Voto de Manospondylus:
8
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7.7
8,318
Serie de TV. Animación. Acción. Comedia
Serie de TV (2015). 12 episodios. La trama se desarrolla en Ciudad Z, Japón. Saitama es un superhéroe que, debido a varias circunstancias, puede derrotar de un puñetazo a los monstruos y villanos que asolan el lugar. Debido a esto, el chico se aburre, pues no encuentra un rival a la altura. Es por ello que emprende una singular aventura junto a la Asociación de Héroes. Además de buscar a un contrincante digno, Saitama tiene que ... [+]
17 de julio de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para toda esa gente que estaba harta de que, en cualquier lugar en el que se estuviera hablando de anime, de cómic americano, de la filmografía de Scorsese de o de cromodinámica cuántica, siempre apareciera algún pesado con un "pos (sic) Goku es más fuerte" o el clásico "a Broly le come la p****", este anime es una bendición, porque nadie duda ahora que el héroe con menor densidad capilar de la historia podría patearle el culo a cualquier Saiyajin sobrevalorado sin despeinarse (sobre todo eso). Aunque la patada se la llevan quienes insisten cansinamente con qué personaje de ficción es más fuerte, montan incoherentes escalas de poder y plantean continuamente versus absurdos. La discusión se acabó: Saitama gana.
Por supuesto, One Punch Man es una parodia tanto del manganime shōnen de combates (Dragon Ball, Naruto, Bleach, One Piece, Saint Seiya, Hunter x Hunter, Yū Yū Hakusho) como de las historias de superhéroes (Marvel, DC y las series japonesas tokusatsu), con un humor más sutil, irónico, menos absurdo y muchas veces más ingenioso que series como Bobobo y Excel Saga.
A estas alturas, me parece increíble tener que resaltar que One Punch Man es una parodia (es decir, basta con leer la sinopsis), pero incluso después de dos temporadas del anime (esta crítica es de la primera) todavía hay gente que parece que no lo ha pillado y aún se pregunta si tal personaje será más fuerte que Saitama o si se dará una explicación lógica a sus poderes (como si un accidente de laboratorio o una mutación genética fuera menos disparatada).
Obviamente, que el protagonista sea fuerte hasta niveles ridículos no es lo que hace destacar a este anime, sino el componente paródico, porque la fuerza de Saitama no es más que el punto de partida para desmontar todos esos clichés, a menudo de por sí risibles, del shōnen sobre entrenamientos inverosímiles, superarse continuamente, ir más allá del límite, demostrar que se es el más fuerte... y también toca un buen puñado de tópicos de los superhéroes, como todo lo relacionado con el camino del héroe, el origen de los poderes, las motivaciones y la vida cotidiana de alguien con unas cualidades tan únicas.
Todo comienza cuando Saitama, un veinteañero anclado en una vida monótona, experimenta un subidón de adrenalina al enfrentarse a un monstruo cangrejo que estaba atacando a un niño. Después de aquello, Saitama se somete a un entrenamiento no muy exigente (accesible a cualquier persona con un nivel físico normal) que inexplicablemente le otorga una fuerza, resistencia y velocidad prácticamente ilimitadas (aparte de eso, no presenta otros superpoderes, ni los necesita), y lo deja completamente calvo por el esfuerzo.
Desde el principio, esta temporada nos deja claro dos cosas: su estilo de comedia desenfadada y algo violenta y su impecable animación. El primer episodio comienza con un prólogo que muestra el ataque del típico "monstruo de la semana", en este caso, un humanoide muy parecido a los malos de Toriyama (no sería raro que fuera una referencia) que sirve para presentar al protagonista, Saitama, su desproporcionada fuerza y su principal frustración. Acto seguido, un flashback cuenta el encuentro con el monstruo cangrejo que he mencionado para dejar ya asentado al personaje protagonista y poder meterse de lleno en la acción y la parodia.
Tras un segundo monstruo, un gigante que recuerda enormemente al Titán Colosal de Shingeki no Kyojin pero todavía más grande (de nuevo, probablemente sea un guiño), Shingo Natsume y los animadores freelancers que reunió demuestran de lo que son capaces con una escena de batalla absolutamente espectacular e increíblemente bien animada, acompañada una pieza musical prefecta, y con un detalle que la enlaza con el clímax del último episodio de la temporada. Y, sí, son muchas subtramas para un primer episodio (casi ninguna va más allá), pero es una gran introducción a este mundo y queda perfectamente establecido el tono, el estilo y la estética de este anime.
A partir de ahí, seguimos el día a día de un tipo que hace de héroe por diversión, aunque en realidad no se divierte demasiado. Como buen superhéroe, Saitama se enfrenta a los desafíos más típicos, como científicos locos, terroristas, ninjas, monstruos, alienígenas, meteoritos... pero nunca encuentra un rival que aguante más de un golpe. Es decir, argumentalmente toda la temporada es más de lo mismo pero no por ello peor.
Los principales arcos de esta temporada son el de la Casa de la Evolución, el de Los Paradisianos, el del Rey del Mar y el de Boros. Todo en sólo 12 episodios (más 6 OVAs autoconclusivas), porque no hace falta estirar las sagas durante decenas o cientos de episodios como en, bueno, prácticamente todo el anime shōnen. Y menos cuando la diferencia de poder entre el héroe y los villanos es tan abismal.
Saitama siempre es el más fuerte y por supuesto que es ridículo. No tiene que entrenar porque no puede mejorar. La tenencia de una fuerza física inmensa utilizada como elemento cómico no es algo completamente nuevo en el anime (Proyect A-ko, por ejemplo, es una película y serie de OVAs que parte de una premisa similar), pero nunca se había llevado tan al extremo, quizá porque tener un héroe invencible parece eliminar de inmediato cualquier atisbo de tensión y emoción en la historia. Y, sin embargo, el guion de One consigue que no resulte pesado ni repetitivo ver a Saitama ganar siempre de la misma forma.
Probablemente se deba a que esos combates, que en cualquier shōnen son parte esencial y a menudo funcionan como el eje alrededor del cual se construye toda la trama (es decir, esta existe sólo como justificación de los combates), son sólo una parte más de One Punch Man, la más espectacular sin duda, pero no la más importante. De hecho, una de las mayores gracias de estas peleas es el contraste que crean respecto a la vida cotidiana de Saitama, cuando va a la compra o realiza cualquier otra actividad poco heroica.
(Continúa sin spoilers)
Por supuesto, One Punch Man es una parodia tanto del manganime shōnen de combates (Dragon Ball, Naruto, Bleach, One Piece, Saint Seiya, Hunter x Hunter, Yū Yū Hakusho) como de las historias de superhéroes (Marvel, DC y las series japonesas tokusatsu), con un humor más sutil, irónico, menos absurdo y muchas veces más ingenioso que series como Bobobo y Excel Saga.
A estas alturas, me parece increíble tener que resaltar que One Punch Man es una parodia (es decir, basta con leer la sinopsis), pero incluso después de dos temporadas del anime (esta crítica es de la primera) todavía hay gente que parece que no lo ha pillado y aún se pregunta si tal personaje será más fuerte que Saitama o si se dará una explicación lógica a sus poderes (como si un accidente de laboratorio o una mutación genética fuera menos disparatada).
Obviamente, que el protagonista sea fuerte hasta niveles ridículos no es lo que hace destacar a este anime, sino el componente paródico, porque la fuerza de Saitama no es más que el punto de partida para desmontar todos esos clichés, a menudo de por sí risibles, del shōnen sobre entrenamientos inverosímiles, superarse continuamente, ir más allá del límite, demostrar que se es el más fuerte... y también toca un buen puñado de tópicos de los superhéroes, como todo lo relacionado con el camino del héroe, el origen de los poderes, las motivaciones y la vida cotidiana de alguien con unas cualidades tan únicas.
Todo comienza cuando Saitama, un veinteañero anclado en una vida monótona, experimenta un subidón de adrenalina al enfrentarse a un monstruo cangrejo que estaba atacando a un niño. Después de aquello, Saitama se somete a un entrenamiento no muy exigente (accesible a cualquier persona con un nivel físico normal) que inexplicablemente le otorga una fuerza, resistencia y velocidad prácticamente ilimitadas (aparte de eso, no presenta otros superpoderes, ni los necesita), y lo deja completamente calvo por el esfuerzo.
Desde el principio, esta temporada nos deja claro dos cosas: su estilo de comedia desenfadada y algo violenta y su impecable animación. El primer episodio comienza con un prólogo que muestra el ataque del típico "monstruo de la semana", en este caso, un humanoide muy parecido a los malos de Toriyama (no sería raro que fuera una referencia) que sirve para presentar al protagonista, Saitama, su desproporcionada fuerza y su principal frustración. Acto seguido, un flashback cuenta el encuentro con el monstruo cangrejo que he mencionado para dejar ya asentado al personaje protagonista y poder meterse de lleno en la acción y la parodia.
Tras un segundo monstruo, un gigante que recuerda enormemente al Titán Colosal de Shingeki no Kyojin pero todavía más grande (de nuevo, probablemente sea un guiño), Shingo Natsume y los animadores freelancers que reunió demuestran de lo que son capaces con una escena de batalla absolutamente espectacular e increíblemente bien animada, acompañada una pieza musical prefecta, y con un detalle que la enlaza con el clímax del último episodio de la temporada. Y, sí, son muchas subtramas para un primer episodio (casi ninguna va más allá), pero es una gran introducción a este mundo y queda perfectamente establecido el tono, el estilo y la estética de este anime.
A partir de ahí, seguimos el día a día de un tipo que hace de héroe por diversión, aunque en realidad no se divierte demasiado. Como buen superhéroe, Saitama se enfrenta a los desafíos más típicos, como científicos locos, terroristas, ninjas, monstruos, alienígenas, meteoritos... pero nunca encuentra un rival que aguante más de un golpe. Es decir, argumentalmente toda la temporada es más de lo mismo pero no por ello peor.
Los principales arcos de esta temporada son el de la Casa de la Evolución, el de Los Paradisianos, el del Rey del Mar y el de Boros. Todo en sólo 12 episodios (más 6 OVAs autoconclusivas), porque no hace falta estirar las sagas durante decenas o cientos de episodios como en, bueno, prácticamente todo el anime shōnen. Y menos cuando la diferencia de poder entre el héroe y los villanos es tan abismal.
Saitama siempre es el más fuerte y por supuesto que es ridículo. No tiene que entrenar porque no puede mejorar. La tenencia de una fuerza física inmensa utilizada como elemento cómico no es algo completamente nuevo en el anime (Proyect A-ko, por ejemplo, es una película y serie de OVAs que parte de una premisa similar), pero nunca se había llevado tan al extremo, quizá porque tener un héroe invencible parece eliminar de inmediato cualquier atisbo de tensión y emoción en la historia. Y, sin embargo, el guion de One consigue que no resulte pesado ni repetitivo ver a Saitama ganar siempre de la misma forma.
Probablemente se deba a que esos combates, que en cualquier shōnen son parte esencial y a menudo funcionan como el eje alrededor del cual se construye toda la trama (es decir, esta existe sólo como justificación de los combates), son sólo una parte más de One Punch Man, la más espectacular sin duda, pero no la más importante. De hecho, una de las mayores gracias de estas peleas es el contraste que crean respecto a la vida cotidiana de Saitama, cuando va a la compra o realiza cualquier otra actividad poco heroica.
(Continúa sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A menudo, One Punch Man cae de lleno en la sátira, pues también incluye un importante componente crítico, a veces muy escondido, tanto con aquello que parodia como con la propia sociedad, que aparece representada como superficial, ignorante, voluble y manipulable. Sin entrar en spoilers, la gente es incapaz de tomarse en serio a Saitama por su aspecto, mientras que idolatra a héroes guaperas como Sweet Mask que actúan movidos por sus ansias de fama.
Además de por su fuerza, Saitama destaca por su personalidad estoica y desmotivada, muy diferente tanto al arquetipo de héroe como a los protagonistas de las parodias y deconstrucciones superheroicas que acostumbran a ser torpes, estúpidos, crueles, corruptibles o con adicciones varias. Saitama es muy diferente: él es héroe para combatir el aburrimiento, aunque en realidad no consigue encontrar a un enemigo que lo entretenga, porque ninguno aguanta más de un puñetazo. Y, con el tiempo, se convierte en un héroe desmotivado que no deja de hacer su trabajo aunque no le reporte ningún beneficio ni obtenga reconocimiento alguno por ello (tampoco parece necesitarlo). Si acaso la satisfacción de hacer lo que considera correcto y ayudar a gente inocente que atribuirán sus victorias a otros superhéroes y ridiculizarán su calvicie en Internet.
Siguiendo con lo anterior, no puedo dejar pasar la importancia de la limpia calva de Saitama, pues en muchas culturas y desde la antigüedad una densa cabellera ha sido sinónimo de fortaleza. Y el manganime no es diferente: desde el pelazo de los Saiyajin (salvo Nappa, que es enemigo) al frondoso afro de Bobobo (parodia en la que los calvos son los malos), pasando por Ultimate Madoka, cuyo cabello es infinito (siempre se extiende fuera de la pantalla para no mostrar su inexistente final). Y ahora llega el bueno de Saitama desafiando al tópico con una cabeza despejada y reluciente como un suelo recién encerado. Sinesio de Cirene estaría orgulloso.
Respecto al soundtrack, la música incidental está correcta aunque es poco destacable salvo por una notable excepción, el leitmotiv principal, que no es otro que el tema de Saitama, cuya versión heroica ("Seigi Shikkou") me resulta más épica, luminosa y optimista que cualquier tema musical de superhéroe de Hollywood, por delante de la música de Superman tanto de John Williams como de Hans Zimmer, y del tema de los Vengadores de Alan Silvestri. Ahí lo dejo.
El opening es también estupendo, tanto en la canción, "The Hero!! Set Fire to the Furious Fist", como en una secuencia animada que captura a la perfección la esencia de la serie (especialmente en la última imagen). El ending, en cambio, es mucho más discreto.
Recapitulando, estamos frente a una de las series anime más divertidas de los últimos años protagonizada por uno de los héroes más atípicos jamás visto. Su notable distribución (por cierto, el doblaje castellano no está nada mal) ha propiciado que haya llegado incluso a mucha gente que no suele ver anime, aunque resulta más divertida cuando se ha consumido bastante shōnen antes. Y que nadie se acostumbre a esto, porque, en muchos sentidos, One Punch Man no es la norma. En todo caso es la excepción.
Aspectos positivos: El apartado crítico y paródico convierten a One Punch Man en una de las mejores sátiras de la cultura contemporánea. El divertido contraste entre la acción épica y el slice of life. El dibujo y la animación rozan la perfección, lo que revierte en unos combates espectaculares. El tema principal y el opening. Saitama es un personaje tan peculiar como necesario.
Aspectos negativos: Se abusa algo de los monstruos intrascendentes que duran una escena. La irregular estructura de muchos episodios con extraños cambios de ritmo. La mayoría de los personajes secundarios no pasan de simples estereotipos. Después de esta temporada la producción cambia a otro estudio con notorias diferencias en el dibujo y la animación (ver crítica de la segunda temporada).
Puntuación: 7.75
Además de por su fuerza, Saitama destaca por su personalidad estoica y desmotivada, muy diferente tanto al arquetipo de héroe como a los protagonistas de las parodias y deconstrucciones superheroicas que acostumbran a ser torpes, estúpidos, crueles, corruptibles o con adicciones varias. Saitama es muy diferente: él es héroe para combatir el aburrimiento, aunque en realidad no consigue encontrar a un enemigo que lo entretenga, porque ninguno aguanta más de un puñetazo. Y, con el tiempo, se convierte en un héroe desmotivado que no deja de hacer su trabajo aunque no le reporte ningún beneficio ni obtenga reconocimiento alguno por ello (tampoco parece necesitarlo). Si acaso la satisfacción de hacer lo que considera correcto y ayudar a gente inocente que atribuirán sus victorias a otros superhéroes y ridiculizarán su calvicie en Internet.
Siguiendo con lo anterior, no puedo dejar pasar la importancia de la limpia calva de Saitama, pues en muchas culturas y desde la antigüedad una densa cabellera ha sido sinónimo de fortaleza. Y el manganime no es diferente: desde el pelazo de los Saiyajin (salvo Nappa, que es enemigo) al frondoso afro de Bobobo (parodia en la que los calvos son los malos), pasando por Ultimate Madoka, cuyo cabello es infinito (siempre se extiende fuera de la pantalla para no mostrar su inexistente final). Y ahora llega el bueno de Saitama desafiando al tópico con una cabeza despejada y reluciente como un suelo recién encerado. Sinesio de Cirene estaría orgulloso.
Respecto al soundtrack, la música incidental está correcta aunque es poco destacable salvo por una notable excepción, el leitmotiv principal, que no es otro que el tema de Saitama, cuya versión heroica ("Seigi Shikkou") me resulta más épica, luminosa y optimista que cualquier tema musical de superhéroe de Hollywood, por delante de la música de Superman tanto de John Williams como de Hans Zimmer, y del tema de los Vengadores de Alan Silvestri. Ahí lo dejo.
El opening es también estupendo, tanto en la canción, "The Hero!! Set Fire to the Furious Fist", como en una secuencia animada que captura a la perfección la esencia de la serie (especialmente en la última imagen). El ending, en cambio, es mucho más discreto.
Recapitulando, estamos frente a una de las series anime más divertidas de los últimos años protagonizada por uno de los héroes más atípicos jamás visto. Su notable distribución (por cierto, el doblaje castellano no está nada mal) ha propiciado que haya llegado incluso a mucha gente que no suele ver anime, aunque resulta más divertida cuando se ha consumido bastante shōnen antes. Y que nadie se acostumbre a esto, porque, en muchos sentidos, One Punch Man no es la norma. En todo caso es la excepción.
Aspectos positivos: El apartado crítico y paródico convierten a One Punch Man en una de las mejores sátiras de la cultura contemporánea. El divertido contraste entre la acción épica y el slice of life. El dibujo y la animación rozan la perfección, lo que revierte en unos combates espectaculares. El tema principal y el opening. Saitama es un personaje tan peculiar como necesario.
Aspectos negativos: Se abusa algo de los monstruos intrascendentes que duran una escena. La irregular estructura de muchos episodios con extraños cambios de ritmo. La mayoría de los personajes secundarios no pasan de simples estereotipos. Después de esta temporada la producción cambia a otro estudio con notorias diferencias en el dibujo y la animación (ver crítica de la segunda temporada).
Puntuación: 7.75