Como carta de presentación a este decálogo me agradó, pero no me convenció del todo.

Por un lado la dirección, aunque en mi percepción no es notable, cumple para lo que la historia exige; la puesta en escena y en general la apariencia de la película en bastante buena y la atmosfera inmersiva.

La trama es simple, aunque con detalles que vuelven un tanto más fácil desarrollar cierta empatía por la relación de padre e hijo, y el ritmo es adecuado para una historia que transcurre en un bloque de habitaciones en una Varsovia bajo cero, con el aislamiento y desolación que eso implica, pero al final, aun con la intención de ver una obra así en un inicio, me dejó igual de frío que la ciudad polaca.

Estaba entre el 6 y el 7. Mi criterio para el 6 es que la película me halla satisfecho en mi búsqueda de ver nuevo cine con una mayor calidad, pero no lo suficiente para que esa experiencia sea recordada precisamente como un buen visionado mas allá de algo "académico". Decálogo 1 se acerca a esa definición.