Teleserie cuya mejor baza, no sólo es su (a veces) imaginativo guión, sino la esforzada presencia de algunos de sus intérpretes. Si no fuera así, pasaría desapercibida y figuraría como una teleserie cómica que no destacaría sobre el resto. Hay que añadir que, mayormente, se desarrolla en pocos escenarios y su desarrollo se apoya en sus ágiles diálogos. Se ve con agrado y, sin ser una de las series que pasen a la historia de la televisión contemporánea, es una manera muy entretenida de pasar un buen rato con sus amenos episodios.