Cuando un simple capitulo elegido al azar de la serie que aquí intentan plasmar en película supera y con creces a la misma es que algo falla. Dicho sea que no es fácil que en 87 minutos veamos una recopilación de lo mejor de los Simpson y además nos muestren cosas nuevas, tampoco lo esperaba.

El problema no está en que la película sea floja sino que lo que cambia es directamente la ESENCIA. Como dicen en alguna que otra critica la única semejanza que guardan los personajes con los que ya conocíamos de la serie son los nombres y la apariencia, a partir de ahí tanto la personalidad como el humor cambian radicalmente. Y es una pena, porque sacar una película de esta maravillosa serie era un autentico filón. A partir de ahí el guion ya puede ser malo, regular o peor que la pifia ya está hecha.

Luego están los que por amor o añoranza no son capaces de suspender esta película como se merece, quizá, porque sería como si fallase a esos seres amarillos con los que creció. Pero no se engañen, estos no son los auténticos, son otros muy parecidos.

Aun con todo, el éxito está asegurado. Una gran lección de cómo vivir de rentas pasadas.