20 de abril de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone estuvo en Vietnam y volvió majara, por suerte, consiguió canalizar su excentricidad al cine, primero como magnífico guionista de grandes películas y más tarde rodando con un innegable estilo personal, (que es lo que convierte a un director en autor) apoyado siempre en su mejor seña de identidad, un soberbio montaje totalmente innovador.
Es la segunda película del director sobre el conflicto en el sudeste asiático, si bien, se centra más en contar el drama de sus secuelas, que en la confrontación bélica, que por otro lado ya había plasmado en su anterior film, la brillante "Platoon".
No es que el tema sea totalmente original, Cimino en "El Cazador" o Hal Ashby en "El Regreso" ahondaron en el asunto con bastante acierto.
Lo interesante en esta, es la evolución del personaje, de patriota declarado a antibelicista radical, magníficamente interpretado por Tom Cruise en su mejor papel.
Además, Stone aprovecha para añadir su consabido mensaje político, que en el fondo es lo que le interesa realmente, aunque sin descuidar para nada los otros aspectos del film.
Menciones especiales a John Williams y su soberbia Banda Sonora, de sus mejores creaciones y soy consciente que es mucho decir, y para Willem Dafoe en un papel secundario muy recordable, algo breve, pero demoledor.
Muy recomendable.
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