Parece que Yimou dominase las emociones del espectador. La capacidad para tenerte implicado emocionalmente con lo que ocurre en la pantalla es de matrícula de honor. Desde la tensión intrépida de las escenas bélicas (creo que contiene las escenas bélicas más inteligentes de todas las películas que he visto), hasta la compasión bondadosa y tierna que te estremece ¿Y cómo puede hacerte reír al mismo tiempo? Pues no lo sé. Pero este Señor Director se merece todos mis elogios a la hora de utilizar la fotografía, los efectos de sonido y de vídeo, la música y la interpretación de los personajes para sentirte completamente vivo afectivamente mientras tienes la sensación de estar viendo muy buen cine.
Muy recomendable