Cosas freak:

Resulta totalmente descarado que en todos los lugares donde está Bishop haya agua rodeándolo, así cada vez que se ve acorralado se tira al agua y listo, se salva. Además el agua está involucrada en la mayoría de las situaciones que viven los personajes.
Si Crain le hacía ir tras los objetivos por orden de complejidad, estaba claro que Krill era el de más difícil acceso, debido a las características y la ubicación de la cárcel. Ese era un error bastante grande de lógica. Si tuviera que evaluar el grado de complejidad en el acceso a los objetivos, pondría primero a Cook, después a Adams y por último a Krill.
Que yo recuerde, Cook jamás habla en la película.
Uno de los aspectos que más difiere la película con su predecesora es en la personalidad de Bishop, mientras que en la antecesora era un asesino frío, distante y desconfiado. Aquí era alegre, sociable y confiaba en desconocidos (como Gina y Adams) sin ningún motivo, además el Arthur de "The Mechanic" jamás le hubiera contado de su pasado a alguien, menos a quien conoció recién.
La película empieza con un tono poco serio pero más o menos normal, el punto de inflexión es la muerte de Cook (gloriosamente ridícula). A partir de ahí todo se convierte en una sarta de disparates, y el más grande (y glorioso) es ver a Tommy Lee Jones burlándose a todo ritmo de su reputación de estoico y cascarrabias. Su personaje aparece en pijama rayado, pantuflas y bata, después con un look juvenil (con pantalones rotos en las rodillas como lo más destacable) aparte de los lentes rojos, la perilla y los aritos en la oreja. Y es de lo más risueño y entusiasta. Con esto hace un ¡zas! en toda la boca de los hocicones que dicen que no sonríe nunca.
Y hablando de eso, la película termina con una sonrisa suya.