US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de ILER:
20,464
Aventuras. Acción
El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA. (FILMAFFINITY)
18 de julio de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La quinta entrega del más grande aventurero arqueólogo en la historia de la gran pantalla me ha dejado un sabor agridulce, una montaña rusa de emociones y contrastes difícil de asimilar.
Por un lado, la alegría de reencontrarme con un viejo amigo de la infancia, un personaje con el que he compartido aventuras extraordinarias. Alguien con el que muchos hemos crecido, disfrutado, padecido...
Por contra, una despedida siempre comporta un cierto aire de tristeza, nostalgia, un adiós que, ahora sí, es definitivo.
Indiana Jones y el dial del destino supera a la cuarta entrega (Indiana Jones y la calavera de cristal) que a muchos nos pareció un film que rompió la magia y calidad de la trilogía predecesora. En esta ocasión, el cierre de la saga es digno, aunque lejos de las aclamadas primeras tres películas.
Si bien la película tiene un gran y trepidante inicio, luego cae en una pesadez de la que cuesta recuperarse, arrollando en el desenlace lo que permite al espectador reconciliarse definitivamente con la saga y despedirse de ella, al menos, con un buen sabor de boca.
Y volvemos otra vez al tema de los personajes secundarios o parejas de baile. Parejas que en la trilogía inicial enamoraban por igual que el mismo Indy, pero que en estas dos últimas películas no terminan de convencer ni de conectar con el espectador. Y es que si había algo en las películas de Indiana Jones (en la trilogía inicial) era que uno quedaba atrapado por el atractivo y carisma del propio Indy, a la par que lo hacía de Marion en el la búsqueda del arca perdida, de Tapón o Willie en el templo maldito o del Dr. Jones padre en la última cruzada.
Si de algo han adolecido estas dos últimas entregas de Indiana Jones ha sido precisamente de esa empatía y conexión con los personajes con los que el aventurero comparte sus peripecias.
En definitiva, Indiana Jones y el dial del destino merece la ocasión verla, ni que sea para brindarle una eterna despedida a Harrison Ford en el que será uno de sus papeles icónicos en su larga carrera cinematográfica.
Hasta siempre, Indy!
Por un lado, la alegría de reencontrarme con un viejo amigo de la infancia, un personaje con el que he compartido aventuras extraordinarias. Alguien con el que muchos hemos crecido, disfrutado, padecido...
Por contra, una despedida siempre comporta un cierto aire de tristeza, nostalgia, un adiós que, ahora sí, es definitivo.
Indiana Jones y el dial del destino supera a la cuarta entrega (Indiana Jones y la calavera de cristal) que a muchos nos pareció un film que rompió la magia y calidad de la trilogía predecesora. En esta ocasión, el cierre de la saga es digno, aunque lejos de las aclamadas primeras tres películas.
Si bien la película tiene un gran y trepidante inicio, luego cae en una pesadez de la que cuesta recuperarse, arrollando en el desenlace lo que permite al espectador reconciliarse definitivamente con la saga y despedirse de ella, al menos, con un buen sabor de boca.
Y volvemos otra vez al tema de los personajes secundarios o parejas de baile. Parejas que en la trilogía inicial enamoraban por igual que el mismo Indy, pero que en estas dos últimas películas no terminan de convencer ni de conectar con el espectador. Y es que si había algo en las películas de Indiana Jones (en la trilogía inicial) era que uno quedaba atrapado por el atractivo y carisma del propio Indy, a la par que lo hacía de Marion en el la búsqueda del arca perdida, de Tapón o Willie en el templo maldito o del Dr. Jones padre en la última cruzada.
Si de algo han adolecido estas dos últimas entregas de Indiana Jones ha sido precisamente de esa empatía y conexión con los personajes con los que el aventurero comparte sus peripecias.
En definitiva, Indiana Jones y el dial del destino merece la ocasión verla, ni que sea para brindarle una eterna despedida a Harrison Ford en el que será uno de sus papeles icónicos en su larga carrera cinematográfica.
Hasta siempre, Indy!
