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Voto de Of The Assumption:
7
Voto de Of The Assumption:
7
Aventuras. Fantástico. Ciencia ficción. Thriller
En los años 60, una nave espacial soviética se estrella y el cosmonauta despierta en Moscú en 2023.
26 de abril de 2025
26 de abril de 2025
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Hay una frase de Schiller que sirve como leivmotiv a esta película: "Quien nada arriesga, no puede ganar nada". La obra de Renat Davletyarov decide hacer caso a su propia línea, y corre una serie de riesgos en esta obra mezcla de thriller, ciencia ficción y suspense que alberga misterio, viajes en el tiempo, cosmonautas soviéticos y referencias artísticas ¿El resultado? Sorprendentemente sólido.
Es cierto que no es una película redonda, en el sentido de que se toma unas cuántas licencias poéticas y, sumado a algún fallo de raccord y alguna decisión cuestionable (ese personaje admirador de Fincher metido ahí a capón para dar un ¿contrapunto cómico?) pero está tan bien hecha - impecable en este apartado - y construye tan, tan bien su suspense haciéndose interesante y entretenida que es imposible no perdonárselo.
En primer lugar, como decíamos, por su parte técnica, que es sencillamente sublime: los escenarios iniciales representando a la unión soviética de los sesenta, el mimo con el que se tratan los colores en cada escenario, los planos a pie de calle que te transportan por el Moscú actual descubriendo cada esquina de la ciudad como si en todas ellas quedase una pizca de magia que la cámara pudiese descubrir.
Aleksandr Metyolkin es la base y la clave de la película, el hombre de ninguna parte, haciendo este papel mezcla de Jason Bourne y Truman Burbank. Y lo hace bastante bien, de manera contenida pero creíble, y con unas escenas preciosas compartidas con su compañera Varvara Komarova. Si bien en las escenas de acción echamos en falta algo de mordiente para no quedarse a medio camino, es suficientemente bueno para defenderse en las mismas.
Y, si bien los viajes en el tiempo es un género algo trillado dentro de la ciencia ficción, el enfoque que hay en el film hace que lo sigamos con interés y con otros ojos. A fin de cuentas, si es el universo el que maneja el espacio y el tiempo, quien sabe qué clase de trilero estará hecho y qué movimientos de cubilete aún no habremos visto. Podemos quedarnos con otra frase de Schiller para acabar, aunque esta no aparezca en el metraje: Nada en el universo es insignificante.
Es cierto que no es una película redonda, en el sentido de que se toma unas cuántas licencias poéticas y, sumado a algún fallo de raccord y alguna decisión cuestionable (ese personaje admirador de Fincher metido ahí a capón para dar un ¿contrapunto cómico?) pero está tan bien hecha - impecable en este apartado - y construye tan, tan bien su suspense haciéndose interesante y entretenida que es imposible no perdonárselo.
En primer lugar, como decíamos, por su parte técnica, que es sencillamente sublime: los escenarios iniciales representando a la unión soviética de los sesenta, el mimo con el que se tratan los colores en cada escenario, los planos a pie de calle que te transportan por el Moscú actual descubriendo cada esquina de la ciudad como si en todas ellas quedase una pizca de magia que la cámara pudiese descubrir.
Aleksandr Metyolkin es la base y la clave de la película, el hombre de ninguna parte, haciendo este papel mezcla de Jason Bourne y Truman Burbank. Y lo hace bastante bien, de manera contenida pero creíble, y con unas escenas preciosas compartidas con su compañera Varvara Komarova. Si bien en las escenas de acción echamos en falta algo de mordiente para no quedarse a medio camino, es suficientemente bueno para defenderse en las mismas.
Y, si bien los viajes en el tiempo es un género algo trillado dentro de la ciencia ficción, el enfoque que hay en el film hace que lo sigamos con interés y con otros ojos. A fin de cuentas, si es el universo el que maneja el espacio y el tiempo, quien sabe qué clase de trilero estará hecho y qué movimientos de cubilete aún no habremos visto. Podemos quedarnos con otra frase de Schiller para acabar, aunque esta no aparezca en el metraje: Nada en el universo es insignificante.