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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
6
Documental Fyre fue promocionado como un lujoso festival de música en una isla privada de las Bahamas con actuaciones musicales de primer nivel, supermodelos en bikini y servicios pijos. Los organizadores ofrecían un evento exclusivo y en poco tiempo vendieron todas las carísimas entradas. Pero los invitados llegaron a la isla para descubrir que la realidad estaba muy lejos de esas promesas. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deja de ser curioso que este documental, sobre un fiasco gordísimo, causado por la ineptitud y las redes sociales a sueldo, sea producido por alguien que intervino en el mismo, y con mucho peso específico.

"Fyre" relata la efectividad entre un espectro de edad determinado de una campaña publicitaria basada en supermodelos en bikini, vendiendo exclusividad, elitismo y, porque no, sexo, junto a un montón de influencers a sueldo que continuaban vendiendo humo.

Un festival de música en las Bahamas, en un lugar paradisíaco, rodeado de bellezas, actividades de lujo, comida de esa que te quedas con hambre, conciertos y DJs ¿Quién no pica si tiene tiempo y dinero?

Resulta, sin embargo, sorprendente lo bien documentado, en imágenes, que está el filme. Obvio, si quien lo produce fue la agencia publicitaria que llevó la promoción del fiasco. Así que como espectador tendremos mucha información, lo que hace de esta producción gustosa de ver, ya que las cámaras rodaban reuniones y todos los entresijos de la producción del evento musical. Hay quién dice que lo rodaban para poder justificar, a posteriori, que no se trataba de una estafa, sino de un desastre por ineptitud manifiesta. Aquí parece ser que solo existe un "malo", el tal Billy, pero, sin embargo, hubo muchos responsables. Y parecen escabullirse.

El documental se recrea en la preproducción del evento, pero veremos pocas cosas y tendremos pocos testimonios e imágenes de lo que ocurrió en Bahamas. Y, vamos a ver, que alguien llegue a un sitio con tiendas de campaña, aunque estén mojadas, tampoco es ir a la guerra de Ucrania, y que les den un sandwich cutre en vez de una delicatessen no es como vivir en Darfur.

El problema de este fiasco fueron las expectativas. La demoledora campaña que vendía sexo y una exclusividad propia de las fiestas de Jeffrey Epstein junto a unos influencers que vendían a sus seguidores lo que fuese a cambio de dinero/favores . Además, los engañados encajaban en un perfil de WASPs, jóvenes solteros con recursos y posibles, lo que hizo que esto saltase a los medios de comunicación. He visto en youtube comentarios sobre que el precio, al final, no era tan caro, entre 500-1000 dólares, ya que se supone incluía vuelo, entradas, estancia, y comida en una isla de las Bahamas por un periodo de una semana o así. Y que los afectados no solo eran ricachones de la élite blanca estadounidense.

El documental está bien. Nos invita a reflexionar sobre cuan manipulables somos desde las redes sociales y, sobretodo, desde una publicidad engañosa, que vende algo que no existe. Me recuerda a aquel filme de Rock Hudson, que promocionaban algo inexistente, y como la demanda era tal, debían inventárselo para no ser acusados de mentir a los espectadores.
Quinto Sertorio
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