Y la segunda peli que vi ayer en el maratón de Russell Crowe y las posesiones infernales fue esta desvergonzada y divertida "El Exorcista del Papa".
Sí, sí, lo digo muy en serio, es curiosa y sorprendentemente buena por su carácter desvergonzado y lúdico, es divertidísimo ver al otrora gran actor Russell Crowe interpretar a una suerte de superhéroe católico, una versión cinematográfica del auténtico padre Gabriele Amorth. Es un arte ver a un Russell Crowe hecho un sollo, vestido de cura, contando chascarrillos, haciendo cucamonas, defiendo que los libros que ha escrito son buenos, paseándose en Vespa, siendo el propio Crowe más grande que la propia Vespa, un show, un muy divertido show.
Y encima el director es el interesante cineasta australiano Julius Avery, del que me he visto todas sus películas, quizás la más flojita sea "Samaritan" con Stallone de protagonista. Pero aquí lo he visto bien, muy bien, la verdad. Ha recuperado la forma, la fuerza y la garra de sus primeras pelis.
Un plus de la cinta es que transcurre en los 80's, en el '87, para ser más precisos. Ese punto siempre juega a favor, al menos para mí. Lo que sí me ha resultado un poco raro es el tema de ambientarla en España y que en Castilla haya mar, en serio ¿Qué cojones? De verdad, esta gente de Hollywood no conoce España. Anda que la que liaron con "Mission: Impossible II" (2000) mezclando Fallas, unas pinceladas de los Sanfermines y la Semana Santa sevillana, menudo desastre.
Además, la cinta tiene potencial de franquicia, a mí la verdad es que me gustaría ver una segunda aventura del Padre Amorth interpretado de nuevo por Russell Crowe, la cosa se queda como para que podamos ver más aventuras del peculiar exorcista.
¡Ah! Y no me quiero olvidar del secundario de lujo: un anciano Franco Nero haciendo na' más y na' menos que de El Papa, demasié.
¿Es perfecta? En absoluto, pero si es muy divertida y entretenida, además se nota que Russell Crowe se lo paso teta haciendo esta peli, lo transmite al espectador, esperemos que nos regale próximamente una segunda aventura como el peculiar y divertido padre Amorth.