Una muy digna continuación de su predecesora, pero con sus cosas tibias. Tenemos interesantes villanos que se integran a este metraje y sin embargo sus motivaciones para estar en el lado oscuro de la fuerza no parecen convencer del todo bien. Faltaba saber más de estos antagonistas que a priori parecían ser muy interesantes, pero luego se quedan en más portada que revista. Es mucho Tony, quizás demasiado Tony, pero al final nos gusta ver este despliegue de ego al 500%.
Con todas las películas de Iron Man, siempre siento que en ocasiones es muy interesante y en otras decae el ritmo a un modo razonablemente aburrido. Por lo que siempre me imagino qué tipo de películas fueran si solo las limitasen a hora y media de duración. Probablemente mucho mejores. Y, sin embargo, por algún motivo de las corrientes modernas es cada día más común adentrarnos en las 2 horas o más y esto no siempre resulta interesante.
De cualquier modo, la realidad es que el Hombre de Acero va a quedar en la memoria de muchos y es una película que como las demás de la serie, lograron llevar de manera más que respetable a los comics al cine. Para gusto de la gran mayoría