Otra película sobre la historia de los derechos civiles, la importante lucha contra el racismo y los derechos de las razas. En esta ocasión el hilo conductor para reivindicar la igualdad es el deporte, concretamente el béisbol.
La historia del primer jugador afroamericano que jugo en los equipos de blancos. Algo inevitable porque son una raza con mejores cualidades para algunos deportes y era inevitable que el deporte reclamara la igualdad.


Hace un gran papel secundario Harrison Ford, un visionario que se atrevió a romper las reglas, a luchar contra los estereotipos de la época, según parece por amor a su deporte. En cualquier caso hizo mucho bien por la integración. Ford hace un papel para lucirse en su madurez, anciano sabio que queda un poco ridículo a estas alturas haciendo de Han Solo o de Indiana Jones.
Chadiwick Boseman hace un buen papel, muy creíble, con carácter y con valores deportivos.

Mientras veía la película me acorde de otro deportista que rompió moldes, fue en la misma época y mucho mas transgresor. Me estoy refiriendo a Jesse Owens, que compitió y ganó varias medallas en las Olimpiadas que organizo Alemania durante la dictadura nazi y en presencia de Adolf Hitler, durante la segunda guerra mundial. Aquello si que fue una gran victoria de la raza negra, mucho antes de que tu o yo naciéramos.

No es una de las mejores películas sobre deportes que he visto, pero como dice mi voto, es interesante.