El director Álvaro Fernández Armero roza el larguero con esta apuesta arriesgada y a punto esta de meter un golazo. A punto de hacer una gran película, una obra de culto. Pero no, en su lugar le salió una mala película. Una verdadera lástima. Si el guion hubiera estado más pulido, si la historia hubiera tenido algún sentido, si en lugar de Beatriz Carvajal hubiera contratado a Carmen Maura, si hubiera aprovechado mejor los recursos y los actores.
Está mal rodada, con pocos medios. La música en la película suena fatal y con la estética road movie que tiene podía haber hecho algo mucho mejor.

Penélope Cruz con una estética parecida a la de Uma Thurman en Pulp Fiction, con mucha frescura, con las axilas sin depilar y haciendo el mejor papel de las tres. Apuntando maneras, la que se convertirá años después en el la mejor y más reconocida actriz española.
Ana Álvarez bellísima, la actriz más bella y elegante de nuestro cine, hace una aceptable interpretación con una estética también muy original, rebelde, independiente, con el pelo corto muy de moda en los noventa. Se parece a la modelo de El País Tania Medina.
A destacar el corto papel de Álex Angulo en el hotel, que por un momento parece un corto de otra película, concretamente alguna película surrealista de José Luis Cuerda.

La parte final no tiene ni pies ni cabeza, unas escenas absurdas en la discoteca y una trama forzada. Una lástima de lo que pudo haber sido y no fue. Es floja, pero interesante.