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Voto de Meroe:
6
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7.0
1,148
Serie de TV. Animación. Acción. Comedia. Fantástico
Serie de TV (2014). 24 episodios. Tatsumi es un chico de campo que llega a la capital del Imperio para alistarse en el ejército. Su intención es ascender rápidamente para poder ganar dinero y salvar a su pueblo del hambre debido a los grandes impuestos que tienen que pagar. Pero cuando llega a la ciudad se da cuenta que no todo es como él esperaba. Debido a una serie de acontecimientos deberá enfrentarse a un grupo de sicarios conocido ... [+]
14 de mayo de 2016
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he pensado que, al igual que ocurre en los libros, no hay malas ideas como origen de un anime. Muchas veces no se trata de la premisa, sino del desarrollo de la historia y el carisma de los personajes. Sin embargo considero que todo requiere una base tan simple como determinar el género: comedia, drama, terror...y si bien es cierto que ciertas combinaciones crean animes estupendos hay otras que no funcionan; hay géneros que en lugar de complementarse se traban el uno al otro.
Akame ga kill posee en sus inicios una extraña mezcla de humor y violencia que, quizás se juntaron con la idea de crear algo especial, pero de su unión nace algo más que confuso para el espectador. Como intentar mezclar agua y aceite. No funciona. Y si bien con el paso de las capítulos la serie abandona sus pinceladas de comedia absurda, hay un eco en los episodios posteriores que lleva la historia a trompicones. Resulta difícil de creer que en un mundo tan oscuro, donde los personajes actúan de forma fría y cruel, de una escena a otra se vuelvan infantiles y superfluos. Como no tiene sentido que Tatsumi descubra (en una escena francamente brutal -casi gore-) el verdadero rostro de La Capital y al rato se comporte como si nada.
Por suerte unos capítulos después el anime se empieza a acercar a la soberbia Full Metal Alchemist, y naturalmente, mejora. El humor absurdo se dosifica como contrapunto de la violencia extrema -a veces muy gráfica- de algunas escenas. Claro que todos los que hemos visto Shingeki no Kyoujin estamos curados de espanto; a su lado éste anime es su versión tierna e infantil. Akame ga kill tiene a su favor una estética preciosa, las habilidades especiales de sus personajes son genuinas e inteligentes, y en cada capítulo hay espléndidas batallas a muerte que consiguen mantenerte en vilo.
En contra, que los personajes son bastante planos y estereotipados, incluso están marcados con un color que les caracteriza. Todos son fuertes y medianamente inteligentes pero faltos de profundidad, de personalidad propia. En general lo único que diferencia a unos de otros son los clichés (la glotona, la extrovertida, el guaperas, la patosa, la borde, el taciturno...), incluso el protagonista, Tatsumi, parece hecho con una formula: muy joven, guapo, seguro de sí mismo y lleno de sueños que se convierten en polvo cuando descubre el capitalismo en toda su crudeza. Incluso cuando se une a "los buenos" para luchar contra el mal sigue siendo el inocente, el blanco de las bromas, ahora inseguro sobre sus habilidades, necesitado de apoyo... En fin, nada nuevo bajo el sol.
Aquí es donde creo que falla realmente Akame ga kill: en no darle carisma y fuerza a sus personajes. Sin ellos, un anime carece de gancho casi por completo; y en éste incluso los villanos están descafeinados, incluyendo a mi favorita: Esdeath.
Dejando a un lado el humor sin sentido, me gustó mucho la presentación de Night Raid: que no fueran justicieros, sino mercenarios a sueldo que trabajen para todo aquel que busque venganza o justicia... y que pueda pagar el precio. Eso me encantó. Pensé que eso sería el punto fuerte de Akame ga kill: el atrevimiento de hacer que "los buenos" no fueran tan buenos ni "los malos" tan malos. Después de todo todos ellos son asesinos, independientemente de para quién trabajen o los motivos de sus acciones. Matar es matar, y el destino de todo asesino es la desolación.
Sin embargo con el paso de los capítulos las acciones de Night Raid se vuelven más morales, incluso muestran dudas y piedad ante sus enemigos, lo que en algunos casos les lleva a su final. Los golpes que dan van más dirigidos por la venganza (por la muerte de un compañero) que por el odio en sí mismo. Night Raid se vuelve completamente "bueno", y entonces pierde la garra del inicio y se vuelve un grupo de héroes como los que poblan los animes de todos los tiempos.
En resumen, Akame ga kill es un buen anime, pero no tanto. Como éste hay muchos.
Akame ga kill posee en sus inicios una extraña mezcla de humor y violencia que, quizás se juntaron con la idea de crear algo especial, pero de su unión nace algo más que confuso para el espectador. Como intentar mezclar agua y aceite. No funciona. Y si bien con el paso de las capítulos la serie abandona sus pinceladas de comedia absurda, hay un eco en los episodios posteriores que lleva la historia a trompicones. Resulta difícil de creer que en un mundo tan oscuro, donde los personajes actúan de forma fría y cruel, de una escena a otra se vuelvan infantiles y superfluos. Como no tiene sentido que Tatsumi descubra (en una escena francamente brutal -casi gore-) el verdadero rostro de La Capital y al rato se comporte como si nada.
Por suerte unos capítulos después el anime se empieza a acercar a la soberbia Full Metal Alchemist, y naturalmente, mejora. El humor absurdo se dosifica como contrapunto de la violencia extrema -a veces muy gráfica- de algunas escenas. Claro que todos los que hemos visto Shingeki no Kyoujin estamos curados de espanto; a su lado éste anime es su versión tierna e infantil. Akame ga kill tiene a su favor una estética preciosa, las habilidades especiales de sus personajes son genuinas e inteligentes, y en cada capítulo hay espléndidas batallas a muerte que consiguen mantenerte en vilo.
En contra, que los personajes son bastante planos y estereotipados, incluso están marcados con un color que les caracteriza. Todos son fuertes y medianamente inteligentes pero faltos de profundidad, de personalidad propia. En general lo único que diferencia a unos de otros son los clichés (la glotona, la extrovertida, el guaperas, la patosa, la borde, el taciturno...), incluso el protagonista, Tatsumi, parece hecho con una formula: muy joven, guapo, seguro de sí mismo y lleno de sueños que se convierten en polvo cuando descubre el capitalismo en toda su crudeza. Incluso cuando se une a "los buenos" para luchar contra el mal sigue siendo el inocente, el blanco de las bromas, ahora inseguro sobre sus habilidades, necesitado de apoyo... En fin, nada nuevo bajo el sol.
Aquí es donde creo que falla realmente Akame ga kill: en no darle carisma y fuerza a sus personajes. Sin ellos, un anime carece de gancho casi por completo; y en éste incluso los villanos están descafeinados, incluyendo a mi favorita: Esdeath.
Dejando a un lado el humor sin sentido, me gustó mucho la presentación de Night Raid: que no fueran justicieros, sino mercenarios a sueldo que trabajen para todo aquel que busque venganza o justicia... y que pueda pagar el precio. Eso me encantó. Pensé que eso sería el punto fuerte de Akame ga kill: el atrevimiento de hacer que "los buenos" no fueran tan buenos ni "los malos" tan malos. Después de todo todos ellos son asesinos, independientemente de para quién trabajen o los motivos de sus acciones. Matar es matar, y el destino de todo asesino es la desolación.
Sin embargo con el paso de los capítulos las acciones de Night Raid se vuelven más morales, incluso muestran dudas y piedad ante sus enemigos, lo que en algunos casos les lleva a su final. Los golpes que dan van más dirigidos por la venganza (por la muerte de un compañero) que por el odio en sí mismo. Night Raid se vuelve completamente "bueno", y entonces pierde la garra del inicio y se vuelve un grupo de héroes como los que poblan los animes de todos los tiempos.
En resumen, Akame ga kill es un buen anime, pero no tanto. Como éste hay muchos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tenía que acabar así, era inevitable. Lo cierto es que me ha gustado mucho el final, aunque la romántica que hay en mí sintió que Tatsumi y Mine no pudieran acabar juntos, o al menos disfrutar algo más de tiempo el uno con el otro. Una declaración final de amor, un beso y un agradecimiento por haberse conocido no es suficiente. En fin, mucho menos había entre Edward y Winry y al final...
También me sorprendió gratamente el descubrir que había sido engañada. Tal y como citaba el título, Akame siempre fue la protagonista de ésta historia a pesar de que la cámara siguiera a Tatsumi. Akame siempre fue la fuerte, la superviviente, la de la determinación inquebrantable y la que más preparada estaba para pagar por sus pecados cuando llegara el momento. Ella siempre fue la Reina Roja del tablero, que al final se enfrenta a la Reina Blanca, Esdeath.
En contra de éste duelo, el final: cuando Esdeath moribunda se abraza al cadáver de Tatsumi y se congelan juntos, como si él le perteneciera. Un final así solo debería darse en dos personas que se aman, porque de éste modo es como si ella injustamente ganara al final. El contrapunto divertido es cuando "El Ángel" comenta con Wave que incluso en el otro mundo él escaparía del amor de Esdeath. Eso suavizó un poco ese "premio de consolación" inmerecido de la mujer de hielo.
Por cierto, la preciosa canción que suena al final de Akame ga kill, que también se hace notar en los momentos de mayor intrascendencia por fin da sentido a su nombre: "Fallen Heroes", en honor de todos aquellos que cayeron defendiendo una causa, y ayudaron a cambiar las cosas.
También me sorprendió gratamente el descubrir que había sido engañada. Tal y como citaba el título, Akame siempre fue la protagonista de ésta historia a pesar de que la cámara siguiera a Tatsumi. Akame siempre fue la fuerte, la superviviente, la de la determinación inquebrantable y la que más preparada estaba para pagar por sus pecados cuando llegara el momento. Ella siempre fue la Reina Roja del tablero, que al final se enfrenta a la Reina Blanca, Esdeath.
En contra de éste duelo, el final: cuando Esdeath moribunda se abraza al cadáver de Tatsumi y se congelan juntos, como si él le perteneciera. Un final así solo debería darse en dos personas que se aman, porque de éste modo es como si ella injustamente ganara al final. El contrapunto divertido es cuando "El Ángel" comenta con Wave que incluso en el otro mundo él escaparía del amor de Esdeath. Eso suavizó un poco ese "premio de consolación" inmerecido de la mujer de hielo.
Por cierto, la preciosa canción que suena al final de Akame ga kill, que también se hace notar en los momentos de mayor intrascendencia por fin da sentido a su nombre: "Fallen Heroes", en honor de todos aquellos que cayeron defendiendo una causa, y ayudaron a cambiar las cosas.