De vez en cuando los grandes estudios de animación deciden arriesgar a ver qué tal les salen según que cosas, realizando para ello películas no demasiado largas, sino únicamente centradas en eso que quieren investigar. Kaidohmaru es una de estas obras, creada por la gente de Production I.G, quienes tienen en su currículum maravillas como Ghost in the Shell o la secuencia animada de Kill Bill. Así, nos encontramos con una estética realmente bonita que mezcla los colores pastel y el trazo ligero en los personajes, con la violencia más explícita, dando como resultante un cóctel muy curioso a nivel visual. Sólo en ese aspecto.

Y es que ya lo referente al argumento es otro cantar: Personajes estereotipados, poco profundos, un lío de nombres de tres pares de narices, una trama muy liviana y una conclusión precipitada y por momentos ridícula. Es funcional, pero no va más allá de esto. De todas formas, hay que valorar cada cosa por su intención y en este caso estamos ante una "demo visual", una forma de presentar una estética bastante original, trabajada y que sin duda es el mayor hallazgo de una película como Kaidohmaru. Como curiosidad, merece mucho la pena, y además es muy corta y nunca se hace pesada.