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Voto de Tokio ya no nos quiere:
8
Ciencia ficción. Thriller. Acción Tras la llegada de una enorme nave espacial a Johannesburgo (Sudáfrica), los alienígenas fueron encerrados en campos de concentración en calidad de refugiados. Unos veinte años antes, cuando los extraterrestres entraron en contacto con nuestro planeta, los hombres esperaban un ataque hostil, o un gran avance tecnológico. Pero nada de ello sucedió. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2009
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hermanan en District 9 varios motivos ( en mi opinión seguro me equívoco de forma carlosboyeresca) que la convierten en una película casi perfecta en fondo y forma:
Por un lado constata la capacidad de la ciencia ficción como fuente inagotable de metáforas, constructora de alegorías high tech que funcionan como espejos ( abismos deformantes ) en los que la humanidad normalmente teme mirarse ( por no quedarse atrapada) .
Se ha hablado ( y mucho ) de District 9 como una historía en la que el apharteid sudafricano se codifica en forma de fantasía ucrónica y el tema de la segregación racial es sustituido por el rechazo, el desprecio al Otro ( lo Otro) , encarnado en este caso por una raza alienígena que busca asilo en el planeta tierra. No podría estar más de acuerdo, la metáfora es evidente, y sin embargo me ha resultado mucho más descorcentante y terrorífica otra reflexión que subyace en su médula : la capacidad de los Gobiernos ( y las Corporaciones ) para tejer los hilos a su antojo, para deformar los hechos, transformar la realidad ( a través de los mass media ) en algo que no es o nunca fue , y frente a ello la vulnerarabilidad del individuo, su fragilidad ante a ese engranaje monstruoso, su imposibilidad de fuga o de lucha frente a lo inevitable, como un personaje de Kafka encadenado a un proceso que sólo pudiera acabar en tragedia.
Por otro lado su incuestionable capacidad para entretener, su poder palomitero, su potencia lúdica. Puro divertimento en el que se alternan momentos de casquería fina y chorretón sangriento con momentos de humor negro, mala baba ( que quizás no prolifera tanto como debiera), pirotécnicos y por supuesto románticos ( historia de amor truncado incluida) . Se le perdonan algunas decisiones tanto formales ( el salto del mockumentary a la narración convencional ), que si bien le restan cierta coherencia y riesgo nos permiten disfrutar de escenas y tramas que de otra manera sólo podríamos intuir, como argumentales ( ese líquido- combustible- mutador ).
Y sus guiños, nos quedan sus guiños-homenajes repletos de buen gusto : Alien Nación, aquella buddy movie inter-especies ochentera ( cuya idea base practicamente reformula ) , La Mosca del señor Cronemberg, Enemigo Mío...
Y queda su final. Lirismo descarnado y abisal . Cuánto dolor y cuánta belleza. Son así los amores imposibles. Te rompen el corazón. Se beben tu alma. Sin ironías.
Soplan tras este director vientos ( tormentas ) de esperanza
Tokio ya no nos quiere
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