Hace varios meses ya, escuché en una tertulia radiofónica que las dos mejores pelis del 2011 eran Melancolía y Drive. Si te acercas a Drive con esas expectativas es probable que salgas defraudado, aunque sería injusto no destacar las virtudes de la cinta, que las tiene.
Es cine de género (negro), la historia no aporta nada nuevo, incluso el personaje central no deja de ser una revisión del "hombre sin nombre", personaje que inmortalizó Clint Eastwood en varias de sus películas, pero es la manera, la estética, el espíritu retro el que consigue la sensación de estar viendo algo fresco,algo distinto, y eso se agradece.
Drive basa su atractivo en la mezcla de romanticismo y violencia de este conductor solitario ( la escena del ascensor parece que intenta definir toda la cinta), y se apoya en unos excelentes secundarios (Carey Mulligan y también Ryan Goslin son lo mejorcito de su generación), además tiene la innegable capacidad de crear imágenes impactantes, de esas que se quedan grabadas por tiempo en la retina... (ver spoiler)