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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
4
Drama Narra la historia verídica de María Esther Duffou (1933-2008), alias "La Raulito", una mujer con una apariencia masculina y un pasado que le pesa a sus espaldas. De chica vivió en la calle y pasó por reformatorios y comisarías. Su afición por el club Boca Juniors la llevará a romper sistemáticamente escaparates de tiendas céntricas de la capital argentina, para robar camisetas del equipo, entre otros objetos de ínfimo valor. Seguir sus ... [+]
5 de abril de 2010
6 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hincha del circense club de fútbol argentino Boca Juniors, que siempre nos otorga el "placer" de contemplar los especímenes más raros del planeta (ver al idiota de Laudonio agitando como un payaso banderitas azules y amarillas por el sanguchito y el tinto), la Raulito era una border mugrienta cuya historia de vida carece de importancia.
Breve biografía de "La Raulito":
"Una bestia ignorante nació no se bien donde, para luego pasar por agradables recintos tales como reformatorios, cárceles, manicomios, la cancha de boca, etc. Contaba con el intelecto de un mosquito afiebrado, el aseo de un cerdo en una porquerisa, un comportamiento ejemplar, y una belleza sin par. El amor de su vida no han sido los pobres, ni los niños, ni tampoco los animales; ha sido el glorioso boca juniors (glorioso desde hace apenas unos años, cuando vino un capitalista facho como presidente y compró árbitros, jugadores, copas, etc.). Tenía tanta voluntad y ritmo de trabajo como una ameba y provocó escándalos por todos lados. Vivió en las perfumadas cercanías del estadio de boca y junto a las sanas emanaciones del "riachuelo". Sus amigos eran filósofos del tinto y el "asaíto", chorros, cafishos, etc. Falleció un día, y nadie la echó de menos, salvo el almacenero que le vendía el vino y los piojos que se ensañaban con su pelambrera de macho. Esta fue más o menos la vida de este microbio hediondo."

Lo que más me jode es que habiendo tantos pobres dignos de elogio, que habitando en la asquerosa miseria y olvido por parte de los gobernantes, han podido superarse y ayudar dentro de las villas a otros indigentes con salitas improvisadas de educación, mediante comedores populares, orientación vocacional, asistencia psicológica, enseñanza de música, danza, etc., un cineasta haya perdido tiempo en retratar la vida de un gusano subnormal como este parásito agresivo y demencial.
El cine argentino tiene estas cositas, cada tanto nos trata de conmover con estas giladas (tangos tristísimos de por medio, generalmente empleados para tapar la vacuidad de sus argumentos o aun de su "intención") olvidándose de los verdaderos héroes del barro, que como dije antes erigen en medio del olvido, bajo el mordiente frío de las chapas de los ranchos, verdaderos templos de caridad en donde deberíamos arrodillarnos de admiración, todos nosotros.
Black Floyd
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