Tal vez "El teatro de la crueldad" ( consiste en sorprender a los espectadores mediante situaciones impactantes, haciendo que la obra los marque) de Johan August (sueco como Bergman) influyó soberanamente en su estilo, y más concretamente, en esta película. Esta película te marca, te impacta y se convierte en una película inolvidable.
Adaptada de una maravillosa leyenda sueca de época medieval en la cual se narraba que en el sitio exacto donde una virginal doncella fue asesinada y violada, manó un pequeño riachuelo de agua cristalina y pura. Historia conmovedora, pero sin renegar de su influencia cruel de August.
La fotografía es un maravilla, sus primeros planos, su naturalidad y su paisaje grisáceo, todo envuelto por un regusto a Medievo Sueco maravilloso.
El apartado de la interpretación merece una mención aparte, Max von Sydow , uno de los verdaderos actores fetiches de Bergman ya que contó con sus servicios en 11 películas, es de un nivel interpretativo extraordinario, aludir a la apoteósica escena del baño purificador, de nuevo con toques impactantes que los hagan inolvidables de "El Teatro de la Crueldad" de August.
En definitiva una obra capital de la historia del cine. Extremadamente recomendable, al fin y al cabo, estamos hablando del director de cine más estudiado de la historia.

Ingmar Bergman, gracias.