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Voto de Pappoe:
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6.2
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Comedia. Drama
Abel es un niño de nueve años de edad, cuyo comportamiento y negativa a hablar lo ha llevado a estar en un centro de salud mental cerca de su casa. Su madre soltera, convencida de que reunirle con su hermano y su hermana podría ayudar en su situación, persuade al doctor de Abel para que deje libre al niño durante una semana. Con su padre ausente, Abel se convierte en una poco convencional figura paternal que conseguirá unir a la familia. (FILMAFFINITY) [+]
16 de octubre de 2010
16 de octubre de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diego Luna es uno de los actores latinos más reconocidos y cotizados del panorama internacional, habiendo trabajado con algunos de los mejores directores del momento, así que no era de extrañar que tarde o temprano se lanzara a su primera experiencia tras las cámaras. Abel es su opera prima como director.
Christopher Ruiz-Esparza interpreta a Abel, un niño de 9 años que esta internado en un hospital mental por su negativa a hablar y su extraño comportamiento. Su madre (Karina Gidi) junto al doctor del centro deciden dejar que el niño pase una semana en casa, junto a sus hermanos. Abel, al no encontrar la figura paterna en el hogar, toma prestada la responsabilidad del padre, pero la llegada del verdadero progenitor, tras vivir un tiempo en Estados Unidos, traerá no pocos quebraderos de cabeza en la vida de la familia.
A pesar de ser Diego Luna una de los más influyentes artistas del cine latinoamericano, no ha empezado su carrera como director con un gran presupuesto ni con la intención de hacer una gran película, ha preferido comenzar con una historia intimista de una familia de clase baja, mezclando muy acertadamente los momentos dramáticos con divertidas secuencias cómicas. La dirección de Luna es sobria, sin ningún tipo de virtuosismo técnico, pero con una solvencia en la que se deja ver que aunque es su primera película como director, no es nuevo en este mundillo. El elenco, conformado básicamente por seis personajes está todo muy correcto, desde los más jóvenes e inexpertos niños hasta los ya más experimentados Karina Gidi y José María Yazpik.
En definitiva, nos encontramos ante una opera prima sencilla, emotiva y con momentos muy divertidos. Al finalizar sales con una sincera sonrisa y un buen sabor de boca.
Christopher Ruiz-Esparza interpreta a Abel, un niño de 9 años que esta internado en un hospital mental por su negativa a hablar y su extraño comportamiento. Su madre (Karina Gidi) junto al doctor del centro deciden dejar que el niño pase una semana en casa, junto a sus hermanos. Abel, al no encontrar la figura paterna en el hogar, toma prestada la responsabilidad del padre, pero la llegada del verdadero progenitor, tras vivir un tiempo en Estados Unidos, traerá no pocos quebraderos de cabeza en la vida de la familia.
A pesar de ser Diego Luna una de los más influyentes artistas del cine latinoamericano, no ha empezado su carrera como director con un gran presupuesto ni con la intención de hacer una gran película, ha preferido comenzar con una historia intimista de una familia de clase baja, mezclando muy acertadamente los momentos dramáticos con divertidas secuencias cómicas. La dirección de Luna es sobria, sin ningún tipo de virtuosismo técnico, pero con una solvencia en la que se deja ver que aunque es su primera película como director, no es nuevo en este mundillo. El elenco, conformado básicamente por seis personajes está todo muy correcto, desde los más jóvenes e inexpertos niños hasta los ya más experimentados Karina Gidi y José María Yazpik.
En definitiva, nos encontramos ante una opera prima sencilla, emotiva y con momentos muy divertidos. Al finalizar sales con una sincera sonrisa y un buen sabor de boca.