La película más anticonvencional de Takashi Miike, "13 asesinos", aún así cuenta con toques macabros del reputado director japonés. La primera parte cuenta cómo se reclutan a los trece asesinos que dan nombre a la película para hacer frente a un ejército de cientos de hombres. Aunque no está mal del todo, es la parte más aburrida.

En el combate final es cuando Miike se quita la máscara y muestra su característica forma de ver el cine. Una batalla muy bien pensada en todos sus niveles y que en pocos momentos se hace pesada, algo muy loable teniendo en cuenta lo larga que es.