Es la palabra que mejor describe este film. Un dolor absoluto ante la pérdida de un hijo. Yo soy muy joven y no me puedo poner en la situación de los protagonistas, pero creo que no debe haber cosa más dura para unos padres que ver morir a un hijo. Y más por un accidente fortuito que se podría haber evitado. El grado de culpabilidad que inunda a esa madre es increíble, desgarrador, y además, está muy bien interpretado por Nicole Kidman, en una de sus mejores interpretaciones, una justa nominación al Oscar, aunque en un año difícil ya que el galardón fue para la maravillosa Natalie Portman por "Cisne Negro".
Nada que objetar contra Kidman o Eckhart, ambos espléndidos en sus papeles, difíciles de llevar... y sin embargo, algo ocurre.
Ocurre que en realidad no pasa nada en la película, es una muestra de dolor, pero no se narra nada.
También ocurre que no entiendo la relación de Becca con el joven. Creo que es bastante ficticia e irreal, lo que rompe algo el encanto del film.
Recomiendo que la veáis en V.O, supongo que se podría decir que es imprescindible, ya que, aún así, se queda algo fría y pasa al cajón del olvido rápidamente.

Mi nota: 6