Lo que más me cautivó de este film, es que se engloba dentro de la ciencia ficción y no tiene un solo plano con efecto especial (¿salvo quizás, las vainas abriéndose?).

Quizás se le achaque una prolongación introductoria excesiva y un final abrupto, con un plano que deja la historia libre de ser continuada con secuelas (gracias a dios que nadie pensó en eso).

Pero como siempre en estos casos, el contenido supera la forma, y si Siegel quiso advertirnos, que andaramos mucho ojito con los sentimientos, y con la "globalización" del pensamiento, lo conseguió de veras. Quizás la prota es algo ingenua, quizás el tal Kevin no sea un actorazo, y lo más seguro es que te preguntes por qué narices ya no hacen películas como esta. La solución no la tengo yo, pero parece ser que el nuevo cine que nos ha tocado vivir ha sido invadido cual dolares verdes por el señor capitalismo.

Las mates fallan amigo filmaffinitero: si la cantidad de pasta invertida fuese inversamente proporcional a la calidad de las películas, estaríamos en la SITUACIÓN ACTUAL: hay menos películas buenas, ya que hoy en día todo está saturado por dinero sin cerebro.