Tim Burton nos vuelve a sorprender con una nueva obra maestra. Burton es un gran creador de ambientes, es capaz de sumergirnos en universos fantásticos en los que todo es posible más allá de nuestra imaginación. Su capacidad para filmar cuentos góticos entremezclando toques de humor negro y escenas de tensión dramática es admirable. No se puede negar que ha creado un estilo propio.

Se ha comentado que Tim Burton subordina los guiones bajo el peso de la dirección artística. No estoy de acuerdo. Es cierto que Sweeney Todd es algo previsible porque es una historia que se ha contado muchas veces (guarda numerosos parecidos con El conde de Montecristo de A. Dumas) pero Tim Burton mantiene el pulso hasta el final gracias a unos personajes fascinantes que te atrapan desde la primera escena.

La dirección artística, el vestuario y el maquillaje son excelentes como ocurre en todas las películas de Burton. Las interpretaciones son maravillosas, especialmente las de Johnny Depp y Alan Rickman (ya es hora de se valore a Rickman y deje de ser el eterno actor de reparto).

MUY RECOMENDABLE incluso si el cine musical no es tu punto fuerte.