Película magnífica en muchos aspectos. Cuando entré en el cine a verla, recordaba todas sus películas una por una, y todos los grandes actores que han hecho de ellas verdaderas joyas del cine. No creía que pudiese amar todavía más al gran Quentin o a Samuel L. Jackson, que tiene un papel soberbio.
No deja de ser una película típica de Quentin Tarantino. He leído muchas críticas tanto en esta como en otras plataformas, incluso de amigos que también han visto la película, manifestando que, bueno, es Tarantino: muerte, sangre y "fuck fuck fuck" por todas partes. Pues señores/as, nada me parece más valioso que ser fiel a uno mismo. Desde el principio de sus obras, Tarantino ha mostrado una argumentación basada en la venganza, en la traición, en la violencia (ya sea de forma gratuita o no) y en personajes perfectamente construidos y genialmente encarnados por actores y actrices más que acertados, cabiendo mencionar que sus personajes femeninos siempre son espectaculares y demuestran una gran fuerza y determinación. Obviamente, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh) no iba a ser menos que el resto.
En definitiva, es su marca, es la marca de Tarantino, es su firma. Y cuando veo una película y leo su nombre en los créditos iniciales, se me pone ya la sonrisa en la cara, porque sé que todo lo que me va a mostrar ese "motherfucker" de Quentin va a ser una puta maravilla.